— Ánimo, Eun-Yeong —dice Tatiana al ver mi cara de aburrimiento— vamos de paseo, no para un examen de Álgebra. — Prefiero Álgebra que mis fastidiosos primos —digo mirando a través de la ventana del auto—. Tatiana suspira: — Perdónala señor, no sabe lo que dice. — Ni tú tampoco sabes lo intenso que son mis primos conmigo —digo—. — Son muy atentos contigo, lo acepto. Pero ¿Sabes lo genial que es? —dice jalándome de la mano para mirarla. La miro y niego— ¿Sabes lo dichosa que eres porque ellos te presten tanta atención? Suspiro resignada. Hablar con una fan de mis primos es caso perdido. — Ilumíname. — Bien, señoritas. Ya llegamos —Dice MinMin y yo suspiro—. Miro cuanta gente se encuentra aquí mostrando más piel de la permitida en Corea. A decir verdad, esto se parece más a una pla