Corro hasta donde mis pocas fuerzas me dan. Mientras escucho a mis espaldas el llamado de Nam. — ¡ Eun-Yeong! —Me grita pero yo sigo corriendo—. Ya he pasado por esto y sé, que aunque él tenga la intención de protegerme, al hacerlo solo saldrá él perjudicado. Y con que a mí sea a la única que afecten es suficiente. No soportaría verlo a él sufrir por mis errores. No a él. Bajo por las escaleras, debido al miedo que me daba el que las personas que esperaban el ascensor me reconocieran. Mi teléfono suena con muchos mensajes de mis primos, tíos y mis padres. Todos preocupados por mí. Al parecer ya se enteraron. Lagrimas corren con más rapidez por mi rostro. Mi teléfono vibra una y otra vez en el bolso. Lo ignoro, ahora mismo no quiero ver más de lo que me afecta. Camino rápidamente en di