Jorge paso al lado del portero sin decirle a donde iba. Toco la puerta, pero no hubo respuesta, toco mas fuerte, escucho ruido y después la voz adormilada de su esposa. _¿Quien es? _Soy Jorge, abre la puerta. _¿Jorge? ¿Qué haces aquí? _No puedes quedarte aquí, abre la puerta Andrea. _¡Por favor, por favor! Solo hoy, una noche, te juro que mañana a primera hora estaré en la casa, pero por favor déjame quedarme hoy aquí. Andrea ya no escucho nada del otro lado, seguro se había ido. Aunque le parecía sospechoso que desistiera tan rápido. Regreso al sofá donde había estado dormitando desde temprano. Escucho un ruido en la puerta y sus ojos se abrieron de la sorpresa, su esposo estaba en el umbral de la puerta con una llave en la mano. _Tu madre dijo que era buena idea que tuviera una co