When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
Andrea estaba de lado inclinada sobre las almohadas, lloraba en silencio, él se meso el cabello con las manos un poco desesperado. _Andrea. Andrea... lo siento, de verdad, yo no quería lastimarte. _No lo se, me has tratado mal todo este tiempo. ¡Por favor, por favor, déjame aquí! ¿Si? _No. Lo siento, tienes que regresar a casa. _Yo no me siento bien, quiero quedarme aquí. _Lo siento, no. Quieres que te ayude – se acerco a ella y la tomo del brazo, pero ella se soltó, enterró la cara entre las almohadas y lloro mas. _¡Por favor! Solo hoy ¿si?, solo hoy. Hare lo que quieras, lo que sea – su voz sonaba amortiguada contra las almohadas. _No puedo quedarme aquí, tengo cosas que hacer, en casa estarás mejor atendida. _Puedes irte a hacer tus cosas, no tienes que quedarte. Esa casa me da