Aless.
Al otro día de la charla, mi hija volvió a llamar y el maldito le contestó enseguida. Con el correr de los días, Solo Noemí llamaba, pero el seguía contestando. Traté de convencerlo de mil maneras, pero ninguna era buena. Noemí lo llamaba y el contestaba de inmediato.
Con los días en la escuela la fui convenciendo de que hiciéramos todo para liberarnos temprano y que luego si, podría hablar con más calma. Poco a poco ya algunos días ni se acordaba de la bendita llamada y todo mi ser lo agradeció. Luego se conformaba con saber por Darien que estaba bien y trabajando muy duro y ahí si respiré.
Comenzó a hacer algún amiguito más, pero si eran dos o tres en total a parte de Alfin, era mucho. Una de ellas se llama Belén y cada tanto se van a jugar a su casa, otra de sus amigas es Nicole y un niño llamado Nicolas pero nunca los visita, solo en la escuela.
Hoy es mi cumpleaños y nos vamos a juntar en el parque con la mamá de belén y con Rosi a compartir, así llevan a sus niñas y pasamos un rato ameno.
Últimamente, diría que en el último mes, Noemí ha estado resfriada varias veces y el pediatra me recomendó que no la exponga tanto al aire acondicionado y que la deje crear defensas. Hoy parece que está mucho mejor por eso la quise sacar a tomar algo de sol.
Las niñas juegan en los columpios mientras nosotras tomamos mate, vicio que me traje de la casa de los López. La yerba no es muy barata pero te permite compartir más tiempo.
-¿Cómo les está yendo en el cole a las niñas?- me dice Rosi
-A Belén muy bien por suerte.
-A Noemí también ¿y a Alfon?- comenzamos la charla normal después de días ajetreados.
-Bien. En unos días es su cumpleaños y quiere que vallan las niñas.
-Oh. Con gusto- debo pensar rápido un lindo detalle- me gustaría regalarle el paste si no te importa.
Rosi es una mujer muy humilde, pero es tan buena que cualquiera se encariña.
-No es necesario que se ponga en tanto gasto, Alessandra. Yo le iba a hacer uno en casa. Sabe que cocino rico.
-Ja ja ja, si que lo sé pero quiero que sea súper especial. Es una de las pocas amigas que ha echo mi hija.
-En eso tiene razón Aless. Nuestras hijas son como las tres mosqueteras y van a todos lados juntas. - Mica me mira- yo le quiero regalar el Castillo para que se diviertan.
-Me da pena chicas- Ya lo he dicho. Rosi es muy modesta.
-Enserio nos gustaria- aclaró.
-Esta bien. Pero solo eso- accede.
Nosotras sonreímos en complicidad. La verdad es lindo hacer amigos y ellas dos son parte importante de mi vida acá.
Las niñas siguen jugando en los columpios mientras nosotras hablamos de trabajo, de tareas pendientes del colegio entre otras cosas.
De pronto veo que Noemí se va de frente y se cae del columpio. Salgo corriendo para ver que le pasó.
Cuando llego a ella esta desparramada en el piso y no me responde.
-Hija, hija- la veo palida- llamen a la ambulancia- miró a mis amigas.
Sus hijas parecen asustadas.
-¿Qué pasó, Alfon?- Rosi le pregunta.
-No se mami. Estábamos amacandonos y depronto se calló- pobrecita ya lloraba.
A lo lejos escucho la sirena de la ambulancia. La desesperación me esta ganando poco a poco y no sé qué hacer. Ella está con su carita en el piso y se que no la puedo mover por si tiene alguna lesión de gravedad. Solo puedo verificar que su nariz no esté tapada y que pueda respirar con normalidad. Trato de tomarle el pulso, pero o lo hago muy mal o no se siente y más nerviosa me pongo.
Los paramedicos llegan y me piden espacio para trabajar con mi hija.
-Nombre, edad y antecedentes médicos de la menor- el doctor más habla pero no puedo responder.
-Amiga, reacciona. Noemí te necesita.
-Noemí. Noemí Lioret. Tiene 7. Antecedentes no se. ¿Qué tiene?
-La vamos a llevar al hospital para verificar. ¿Cuánto lleva inconsciente?
-No lo se. Cinco minutos tal vez.
La cargaron en una camilla y salieron rumbo a la ambulancia que estaba aparcada a 20 metros. Yo no puedo reaccionar.
-¿Quién sube con la menor?
-Yo, yo. Perdón.
Corriendo tomó mi bolso y le pido a mis amigas que se lleven el resto para subir a toda prisa para el hospital con ella.
-¿Grupo sanguíneo?
- O negativo, señor.
-Bien. Es importante que este atenta, señora.
Solo puedo asentir una y otra vez.