.Después de vivir 8 años en Francia, Benjamin Harris empacó sus pertenencias y se despidió del lugar que se había convertido en su hogar durante tanto tiempo, recién cumplía los 32 años y era tiempo de volver a la ciudad que lo vio nacer, pues su padre había decidido cederle la presidencia de la compañía H y M. Un hombre prepotente, arrogante, un obsesivo del control y adicto al trabajo, eran solo algunos de los calificativos que describían al hijo de Maximiliano Harris, una prueba de ello era que cuando regresó al fin a Estados Unidos, no fue directo a la casa de sus padres, por el contrario, hizo antes una parada en las Vegas, cualquiera pensaría que ese viaje era placentero, sin embargo, no lo era, lo hizo tentado a no perder la oportunidad de cerrar un buen negocio. Realizó el viaje