— Lo siento, Abbigail, pero no te puedo decir nada acerca de la vida de Evelyn — el doctor Caldwell me dice mientras observamos cómo la hermana de Ethan alimenta a su hija. Bonnie despertó hace un momento y Evy no dudó en ser atenta con ella, la hermosa chica no despega la mirada de su hija en ningún momento, como si temiera que algo le pasara, y no es para menos, no me imagino lo que debe sentirse estar en su posición. — No entiendo por qué no puedo saber nada de ellas — me quejo con el doctor Cadwell, sin comprender por qué Ethan las mantiene en secreto. Maldito sea Ethan Fuster y el misterio de su vida. — Es su vida personal y, más que un paciente, Evelyn y Bonnie me importan, Abbigail. Además, si Ethan no me autoriza para decirte algo de sus vidas personales, no lo diré. Ruedo los