OLVIDAR EL MUNDO MARCO Se exactamente cuando Magdalena cae rendida en un sueño reparador, aún sigo encima de ella, su agarre en mí se vuelve flojo y ruedo a un lado y la atraigo hacia mi pecho y ella se acurruca conmigo, pasa su brazo por mi pecho y lo pone justo en encima de mi corazón, me pasa su pierna encima de mi cadera, restriega su nariz en mi pecho y ahí se queda con una respiración uniforme y se que esta dormida profundamente con su cabello por toda la almohada. Y no se puede ver más hermosa… Sus mejillas están coloradas por todo su esfuerzo, me monto como una jinete a su caballo. ¿De dónde saca esa fuerza? Me doblegó con un chasquido de sus dedos, me dejó atónito y fascinado. Creo que pensó que me ahuyentaria porque es más fuerte o hábil que yo pero nada más lejos de la rea