SEIS Carnegie Hall estaba repleto. Jonah los guió a través de la multitud hasta llegar a la taquilla para recoger los boletos. La situación no fue sencilla, pues el lugar estaba lleno de gente adinerada y exigente que quería entrar de inmediato al concierto. Caitlin jamás había visto a tantas personas tan bien vestidas en un mismo lugar. La mayoría de los hombres usaban esmoquin, y las mujeres, vestidos de coctel. Las joyas brillaban por doquier. Era muy emocionante. Jonah recogió los boletos y condujo a Caitlin a la parte de arriba. Entregaron los boletos y el acomodador de la sala los rasgó y les devolvió una parte. —¿Me puedo quedar con esto? —le preguntó Caitlin a Jonah cuando éste estaba a punto de meter los remanentes de los boletos en su bolsillo. —Por supuesto —contestó él y le