Kagome hizo una mueca al sentir como el vestido era cada vez más ajustado a su cintura. Las mujeres que solo entraban para vestirla nunca le hablaban, pero, no sabía si era porque poco a poco gracias a su situación sentía más malicia en ella, una de las chicas siempre la observaba con odio. De eso era consciente hasta ahora, pero al darle vueltas llegó a la conclusión de que no era la primera vez. Cuando la dejaron bien vestida ella miro su reflejo una última vez. Con pasos suaves dejo atrás a las mujeres y caminó en busca de Inuyasha. Tenía una semana que no le daba la cara. Desde esa vez en donde lo hicieron y salió huyendo mientras la acusaba. Kagome sonrió, ella lo había dominado. Ese era el por qué reaccionaba así. Kagome pasó noches pensando en eso, hasta llegar a esa conclusión.