Salgo de la ducha sintiéndome completamente limpia. No huelo a alcohol, no huelo a vómito, ni mucho menos tengo rastros de comida y baba en mis rodillas y brazos. Temblando del frío, salgo envuelta en una toalla castañeando mis dientes debido al frío que tengo. Ignoro la presencia de Ares, ni siquiera me detengo a mirar si está aun comiendo. No lo hago porque estoy sin nada debajo de esta toalla y me da vergüenza. Llego al vestidor y aun temblando, comienzo a vestirme. El mismo procedimiento hago como de costumbre cada vez que me doy un baño. Finalizo colocándome una bata en color marfil y salgo del vestidor con la idea en mente de buscar mi móvil e irme a dormir a mi antigua habitación. Al cerrar la puerta y dirigir mi vista hacia la cama, veo a Ares dormido. Frunzo mis labios, avanzo