QUIERO ESTAR CON ÉL

1704 Words
NARRA ELENA —Ya sabes lo que tienes que hacer, ahora todo esto depende de ti para que funcione. Haz tu parte que nosotros haremos la nuestra. No, nos vayas a traicionar Elena. — me dice advirtiéndome mi padre, cuando íbamos camino a el aeropuerto a recoger a Luz y a un joven que viene con ella. Si, se perfectamente quien es de nombre más no lo conozco físicamente, cuando Gisela le llamo a decirle que un Galeano Roberts venía acompañando a Luz, mi padre se puso a ingeniar un plan que para mi desgracia me involucra. Se muy pocos detalles sobre eso más que mi abuelo, padre de mi padre y mi tío, tuvo líos que lo llevaron a la muerte por culpa de los papás de Jimena Roberts de Galeano, a quien mi padre conoció años antes de que yo naciera, mi madre Francis una mujer de mundo ya que no puedo negar de dónde nací. Sus padres la dejaron a su suerte por algo que no se realmente, pero mi madre se dedicó a brindarle placer a hombres millonarios a cambio de dinero, lujos y regalos. Lo que si se, es que fue una niña rica, nacida en cuna de oro y cuando esos privilegios se acabaron y se vio sola, optó por irse por la opción más fácil que encontró. En un país que le daba muchas otras oportunidades para salir adelante decentemente. Ella siempre a amado el dinero tanto que cuando yo tenía 18 años y traje mi primer novio a casa mi madre lo humilló y amenazo para que se alejara. Ya que el no tenía nada de fortuna que ofrecer a mi familia y por ende a mi. El fue mi primer amor más después de un mes el ya tenía un reemplazo para mi, así dejando en claro lo estupida que fui en haberle dado casi 1 año de mi vida entre otras cosas más a un idiota como el. Desde ese momento y a escondidas de mis padre me dedico a estudiar y a trabajar para ahorrar y poder irme muy lejos de ellos. Agradezco a la vida no darme hermano ya que no se lo que estarían sufriendo los pobres. Mi padre siempre fue quien cuido de mi ya que mi madre siempre pasaba en el gimnasio, de compras y arruinándose la cara con cirugías. Por esa razón heme aquí siendo la carnada para llegar hasta esa familia. Si, accedí, más no estoy dispuesta a que lastimen a nadie si yo puedo evitarlo. —Si padre, ya te escuche. — le digo viendo por la ventana. —Bueno por ahora tu tarea es hacerte notar. Hacer que el se interese en ti, utiliza tu belleza e inteligencia. — me dice y yo no puedo evitar reír irónicamente. —Se te olvido mencionar mi cuerpo. — le digo esta vez viéndolo. —Se que no necesitarás llegar a eso, a menos que tú lo desees. Se perfectamente a la mujer que críe y no eres como tú madre. Se que el pedirte esto me deja como el peor de los padres. Más si no fuera por las deudas de tu madre y el robo que le hicieron a la empresa de tu tío. No te pediría esto. — me dice algo bajoneado. Y es que si últimamente han tenido bajones económicos exagerados. En especial por culpa de mi madre quien fue la de la idea de estafar a los Galeano. —Lo se. — fue lo único que pude responderle ya que habíamos llegado a el estacionamiento del aeropuerto. Luego de esperar unos minutos por Luz a quien ya tengo el placer de conocer. La vemos salir junto con un joven que me deja sin poder respirar. “Esa hermosura de hombre jamás se podría fijar en alguien como yo, es demasiado guapo.” me grito mi conciencia. Es muy alto, cabello castaño, ojos azules y una barba afeitada que se pronuncia por su rostro. El hombre perfecto para cualquier mujer. Mi padre me presenta al momento de saludar a Luz. Luego ella presenta a Julián y es en este preciso momento que me di cuenta que caí completa y estúpidamente enamorada de este hombre con solo tocar su mano y ver si hermosa sonrisa. Mi padre hace que salga de mi hermoso momento con Julián. Para seguir nuestro camino a la casa y un breve momento que compartimos durante la noche. Después de esa primera interacción. Me sorprendió que me siguiera llamando, más no podría negar que me pesaba un poco lo que mi papá quería que hiciera ya que no podría dañar o lastimar a Julián. El es quien me llama o me visita en mi trabajo. No puedo evitar sentirme bien cuando estoy con el, yo no he tenido que buscarlo y eso me tiene en una terrible encrucijada ya que cada día qué pasa me enamoro cada día más de él. ¿Que pasará cuando mi padre o mi tío, empiecen a pedirme que haga cosas que afecten a Julian y su familia? Han pasado varias semanas desde que llegó a Los Ángeles y hoy vino a la cafetería donde trabajo después de la universidad. —Para mi, la familia es lo más importante, siempre hemos sido muy unidos mi padre tiene amigos que al final se convirtieron en mis tíos y cuando ellos tuvieron hijos nos criaron a todos juntos por eso somos como tíos y primos entre todos. La verdad que es muy extraño ya que casi entre todos terminaron siendo pareja. A excepción de mi hermana Patricia que se casó con un futbolista recién retirado, y posiblemente yo. — me dice el viéndome mientras está dándole un sorbo a su café con crema. La crema se le queda pegará en su labio superior. Yo no puedo evitar acercarme y con mi pulgar quitar la crema de su labio y luego llevar mi dedo a mi boca. El se me queda viendo para luego aclarar su garganta. No puedo evitar sonrojarme y regañarme mentalmente lo que acabo de hacer. —Disculpa si eso te incomodó. — le digo levantándome de mi silla algo apresurada debido a la vergüenza que sentía no se que estaba pensando cuando hice eso, seguí recogiendo mi taza y plato con un pastel que ya me terminé. Necesitaba salir de aquí por un momento pero cuando estaba por empezar a caminar Julián tomó suavemente mi brazo. —No te disculpes, ni te sientas mal. De hecho que me gusto lo que hiciste. Solo que me tomo por sorpresa. — me dice y eso me calma luego me suelta y sigo con lo que estaba haciendo. Voy hasta la cocina a dejar lo que ensucie. Una de las señoras que trabajan en la cocina. Me queda viendo sorprendida. —Elena ¿qué haces aquí? ¿Como puedes dejar a ese bizcocho solo en la mesa? No mi niña un hombre tan bien parecido jamás se deja solo. Porque puede venir cualquier resbalosa y se lo lleva. Ten cuidado. — me dice haciéndome reír por cómo se refirió a el como bizcocho. —Solo venía a dejar esto ya voy nuevamente con el. — le digo ella niega con la cabeza. —Ya vete niña, Julio y yo nos encargaremos de cerrar hoy. — me dice y si es algo que agradecería ya que no deseo que Julian espere mucho tiempo por mi. —Muchas Gracias, señora Lucy mañana me encargaré yo ¿esta bien? — ella me sonríe y asiente. —Vete tranquila niña yo me encargo no hagas esperar a ese bizcocho que si te descuidas hasta yo me le voy encima. Ahora si vete. — me dice empujándome fuera de la cocina dándome mi mochila y quitándome mi delantal. — yo salgo nuevamente. Pongo mis cosas en la silla de a lado, bajo la mirada de Julián. —Ya podemos irnos si gustas. — me dice el y yo no le hago esperar. Solo asiento un poco apenada. —Te llevo la mochila si gustas. — asentí el camino a mi casa se hizo muy incómodo de mi parte el venía sacándome platica más yo venía un poco avergonzada con el. Llegamos a mi casa, aún en el auto le agradezco por venirme a dejar, pero no se como ni en que momento sus labios vienen a dar en los míos. No pude evitar seguir el suave beso que me está dando Julián, no se si esto es un sueño o la realidad. Estoy sintiendo cosas que me dan miedo. No puedo, ni quiero volver a salir lastimada. Mi padre nos interrumpe tocando el vidrio de la ventana. Veo a Julián un poco apenada con el, pero en mis adentros tengo miedo de lo que mi padre nos vio besándonos. Decido salir del auto bajo la dura mirada de mi padre. El le agradece por traerme y entra de nuevo a la casa. Yo me despido de él desde la puerta. Al cerrarla viene lo que yo menos quería. —Veo que no necesitaste mucho tiempo. — me dice mi padre. Yo coloco mi mochila en la mesa de la entrada como todos los días. Sin ponerle atención a su comentario. —Esto podría ser más fácil de lo que pensaba. Debemos planear bien cual sería el siguiente paso. — me dice el sentándose en el mueble. —Padre no me embarres más de lo que ya estoy en esta situación. Julián es una buena persona, no quiero que salga mal en todo esto. — le digo el me mira frunciendo el ceño se levanta para caminar hacia mi. Con una de sus manos aprieta mi quijada. —No me digas que ya te enamoraste de él. No seas estupida Elena. En esta vida el amor no te deja nada bueno solo te dañará la vida. Vas a seguir con el plan ¿Estamos? — me dice para luego soltarme. Lágrimas salen sin que pueda controlarlas, mi padre jamás me ha hablado ni lastimado de esta manera. Corro hasta mi habitación y me encierro con pasador. No puedo seguir con esto, no quiero causarle problemas a Julián. Lo quiero y quiero estar con el.
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