POV DE ELA. Ver la cara de asombro de todas estas ratas me es gratificante. Sus caras son un poema, parece que han visto un fantasma. Quizás creyeron que luego de esa paliza que me enviaron a dar, me habían asesinado. Sin embargo, estoy aquí, de regreso en sus vidas, esta vez como la esposa de un Turner, al cual parecen despreciar de la misma forma que me desprecian. Pero ya no soy la hija de una empleada, menos la estúpida del pasado. Conmigo no podrán, su desprecio me vale madre, porque el desprecio que yo siento hacia ellos es más grande. Centro mi mirada en Charles, quien se ha quedado con la copa en la boca. La baja lentamente sin despegar la mirada de mis ojos. Malditos ojos negros que un día me hechizaron. Maldito charles Turner. Fue mi perdición, mi destrucción. —¿¡Qué hace es