Siempre Fuiste Para Mi

CRUZAMOS UNA LÍNEA

NARRA GERARDO

—Gerardo, no lo hagas, no vayas por favor. Esa gente solo se está aprovechando de ti. Mira en lo que te has convertido por ellos. Tu no eres así, es triste saber que mi compañía ya no te es suficiente. — me dice Chloe con lágrimas bajando por sus mejillas y la verdad que el estar con ella ya me causa aburrimiento. Con mis nuevos amigos me distraigo más, aparte de hacer cosas más de hombres.

—Chloe, entiende que ya no somos unos niños, ya crecimos y tenemos que disfrutar de la vida y salir a explorar. Si tanto te preocupa ¿porque no vienes conmigo? — le ofrezco a lo que ella niega.

—No Gera, no iré contigo. Ve a disfrutar de la vida como dices. Yo me iré a mi casa, espero que no te metas en problemas porque, no te ayudaré esta vez. — y sin decirme más salió de mi habitación. Le reste importancia y me dediqué en arreglarme como era de costumbre. No puedo evitar que haberme realizado 5 piercings al mismo tiempo fue lo más doloroso que he hecho. Me encantan como se ven, la ropa que usaba ahora me parece aburrida. Siempre me he comportando como el niño bueno, ahora soy el chico malo. En mi casa, rara vez hay personas y cuando las hay, solo es para pedirme ver a mis sobrinos o a mi hermana. Mis padres se han enfocado en el trabajo, en viajes y en solucionar la vida de mis hermanos, pero de mi no se preocupan. No recuerdo la última vez que me preguntaron algo sobre mis cosas. Hace mucho tiempo que dejaron de presentarse en actos ceremoniales de premiaciones al final del parcial escolar. En conclusión me siento un cero a la izquierda en mi propia casa. Hace unos meses llegó a la escuela un chico con cualidades algo diferentes y gustos bien peculiares. La maestra me asignó como su guía, yo acepté sin chistar. Nos hicimos amigos y me llevo a un club donde se reúne con chicos y chicas con los mismos gustos que él. La música punk y rock es la que domina en el lugar. Sin mencionar qué hay habitaciones donde se puede tener sexo libremente. Al principio si me parecía algo extraño, pero después le resté importancia. Hace unas semanas me han puesto como reto conquistar a la hermana mayor de Jorge, o Jojo como le gusta ser llamado.

Es una mujer mayor, estará en sus treinta, es soltera, está muy guapa. Por lo que se, le gustan los jóvenes y aunque es muy bonita no estoy seguro si involucrarme con ella sea lo mejor. La verdad es que no siento nada por ella, más que atracción s****l. Cosa que no creo que sea correcto, aún no he cumplido la mayoría de edad. Veremos qué pasa mas adelante, en este momento estoy listo para irme a el club como todos los días. Llego a el lugar saludo a el gorilla que tienen como guardia. Literalmente digo gorila, porque tienen una máscara de gorila. Al igual que todos los que trabajan aquí.

—Gerardo ¿Que hubo hermanito? — me saluda JoJo desde la puerta, con el clásico choque de mano y puño.

—Aquí, en casa.. ya tú sabes lejos de mi realidad. — le digo caminando hasta la barra.

—Ya que hablas de eso hermano, tengo una propuesta para ti. Espero que esta vez no te rajes, hay algo que quiero que pruebes. Te hará olvidarte hasta de tu apellido. — el me enseña una bolsita con pastillas. Me tenso porque ya se que son y les tengo temor.

—Tu sabes lo que pienso de eso. — le digo negándome, este sonríe y asiente.

—Tranquilo hermano, es algo normal lo que sientes. Lo probaras cuando lo desees, ¿porque no trajiste a tu chica hoy? — me pregunta por mi chica, creo que se refiere a Chloe, ya que en el colegio ella siempre está conmigo.

—Ella no es mi chica, solo es como mi prima. Siempre nos hemos llevado bien, más no tengo nada sentimental con ella. — este sonríe y se acerca a mi pone su mano en mi hombro.

—Me gusta esa chica hermano. La quiero para mi, cuando la veo con falda en el colegio solo deseo llevármela a el cuarto del conserje, subirle la falda y hacerla gritar mi nombre. — dice sin la más mínima discreción. Por un momento me causo molestia su comentario. Me causaba repulsión imaginarme a una chica como Chloe acostándose con JoJo, quien se puede acostar con tres chicas en el mismo día. No, Chloe es mucho mejor que eso. Desde ese momento, Chloe no dejo mi mente ni por un segundo. Fui a la barra a pedir una cerveza y entre platicas con los que se acercaban a mi y JoJo y amigos. Fui perdiendo la cuenta de las cervezas, tragos y demás que bebí. Alguien se sentó a mi lado. Y para mi sorpresa era Francine y estaba muy hermosa.

—Porque estas sentado en la barra ven vamos a movernos un poco para que se te baje un poco la borrachera. — y así fue me guío hasta la pista de baile para que brincáramos un poco entre la música. Eso me ayudó a bajarme la borrachera. La música cambio de ritmo a una más suave. Ella tomó de mi mano y me guió hasta unos sillones.

—Gerardo me gustas y mucho. — me dice y sin darme opción a reaccionar besa mi cuello. Y luego viene hasta mis labios, siento como toma mi labio inferior entre los suyos y lo hala hacia ella. No puedo evitar sentirme excitado ante esa acción. Me separo un poco de ella y niego.

—No Francine, esto, no, no está bien. — le logró decir.

—¿Porque no Gerardo? Tu me gustas y yo se que tú te sientes atraído hacia mi. Tal vez no involúcrenos sentimientos por ahora, pero quiero intentar algo contigo. No me des una respuesta ahora, te traeré un vaso de agua con soda, eso te ayudará. — me propone y yo no se como interpretar su petición. No se si aceptar, la verdad es que una parte de mi quiere hacerlo, pero la otra parte se niega a que sea con ella mi primera experiencia s****l. Necesito pensar y para eso tengo que salir de aquí, estoy algo ebrio y no podré manejar así. Tomo mi teléfono y le dejo un mensaje a la única persona que me atiende a la hora que sea. Para mi suerte me contesta que viene para acá y que trae ayuda. Espero a Francine que viene con el agua mineral.

—Tómala, te hará bien. — me dice y yo asentí, lo hago de un solo golpe. Tenía un sabor peculiar, pero no le puse mucho atención.

—Francine si, es cierto que me atraes, pero ¿no crees que es mucha la diferencia de edad entre nosotros? No soy igual a los hombre a los que debes estar acostumbrada. — le digo y ella se quedó sorprendida.

—Eso es lo que me gusta de ti, que aunque estés aún muy muy joven, eres maduro para tu edad, tu físico, todo tu eres perfecto. Me encantas. — me dice y se siente muy extraño el hecho que una mujer como ella que es un espectáculo de mujer, quiera estar como un niño como yo. Nos ponemos a platicar sobre mis padres y sus problemas. Siento mi teléfono vibrar con un mensaje, y es de esa persona, diciendo que ya llegaron.

—Francine, prometo darte una respuesta pronto, pero hoy no lo puedo hacer. No me siento en condiciones de poder hacerlo ahora. — le respondo y después de eso, un calor empieza a invadir todo mi cuerpo acompañado de un dolor en la cabeza.

—No, Gerardo quédate — me dice Francine está me abraza y me besa, el calor iba en aumente necesito algo que calme este fuego que tengo. Un hombre alto de tes clara viene hacia nosotros.

—Joven, me han enviado por usted. Vámonos. — y sin más me levante algo mareado del sillón. El me ayuda evitando que caiga nuevamente en el sillón o peor en en el suelo. Cuando logro estabilizarme, me volteo para despedirme de ella. Puedo verla con una sonrisa en su rostro.

—A la próxima no te me vas a escapar Gerardo. — me dice yo asiento, mientras voy caminando hacia fuera el calor en mi cuerpo va en aumento. Es tan fuerte y desesperante que hasta tengo una erección, que empieza a dolor. Esto es algo muy extraño. He bebido más antes y jamás me he sentido así. Llegó, hasta donde está estacionado el auto, y ahí estaba ella sentada esperándome. Me mira con enojo, yo me siento a su lado lidiando con el mareo y la visión borrosa que tengo en este momento. El auto empieza a moverse y mi desesperación va en aumento. No puedo ya evitar temblores en mi cuerpo e ir sudando como un puerco.

—¿Gerardo estas bien? — me pregunta ella levemente. Pone su mano en mi mejilla haciendo que la voltee a ver. Ese simple rose hace que el calor vaya en aumento. Ya no tengo control de mi cuerpo en este momento. Posiblemente me arrepienta en la mañana, pero debo hacerlo si no siento que moriré.

—Bésame. — le pido ella me ve sorprendida. Más no lo duda dos veces. Se acerca lentamente a mis labios y juntamos con un beso suave más después, yo domino por completo el ritmo del beso, el cual es de manera demandante, deseoso. Llevo mi mano hasta sus senos. Para agarrarlos en mis manos.

—Gerardo, estas tomado esto no está bien. No quiero que te arrepientas al amanecer. Si estas seguro de lo qué haces podemos ir a mi casa mis padre no están. — me dice entre mis labios. La verdad que su aroma me está volviendo loco.

—Prometo que no me arrepentiré ni tú tampoco. Dejaremos que sean nuestros cuerpo los que hablen. ¿Está bien? — le digo ella asiente. Le dice a su chofer que nos lleve a su casa. El camino se define en besos y caricias discretas que van en aumento. Llegamos a la casa y de la euforia salgo del auto, la ayudó a salir de este y corremos hacia adentro y rumbo hacia su habitación. Al entrar ella cierra la puerta con llave.

—Ultima vez que te lo pregunto Gerardo, ¿estás seguro? — me vuelve a preguntar.

—Te lo resumiré, es mi primera vez y es tu primera vez aquí ambos perdemos algo y ganamos algo. Aunque si tú no quieres no te preocupes me voy. — le digo algo molesto ya que este calor y necesidad que siento en mi entre pierna me está dominando.

—Si quiero, por favor Gera, hazme tuya para siempre. — me dice mientras toma mi mano y me guía a la cama me sienta en la esquina de esta y ella se sienta encima de mi, comienzo a besarla con mucha más pasión y deseo. Voy quitando su ropa y acariciando su cuerpo. Sin dejar de besar sus labios, caemos en la cama completamente desnudos, y es en ese momento que poco a poco todo empieza a estar borroso en mi mente, el calor que sentía está desapareciendo, a su misma vez siento el más divino placer. Lo que si se son dos cosas, una es que ya no puedo controlar mis acciones, palabras y demás. Estoy completamente a la merced de Chloe y la segunda es que cruzamos una línea de la cual no hay vuelta atrás.