Me encuentro del otro lado del pozo, esto es de locos y anormales, miro arriba viendo el techo, subo por las escaleras que no recuerdo que estaban allí. Camino y veo mi casa, mi hogar, sintiéndome feliz y alegre, corro rápidamente hacia mi casa y entro.
-¡Mamá!-grito con alegría buscándolos con la mirada, pero nadie me responde.
-¡Abuelo!-llamo, pero solo hay silencio.
-¿Cielos dónde están todos?-hablo en voz alta, y como si fuera escuchada veo la una nota en el refrigerador.
Ganamos un sorteo para un viaje toda la semana, no te preocupes por nada estamos excelente, te dejé comida para cuando llegues y para tus amigos, cuídate hija.
Naomi.
Saco un poco de comida ya que muero de hambre y comienzo a comer, de pronto algo brilla en mi bolsillo, lo saco es un frasco, miro lo que es, ¿fragmentos de una perla?, ahora porque tendría fragmentos de una perla, subí a mi habitación, después de darme un excelente baño caí rendida en un sueño profundo.
Narra Inuyasha
Llego a la cabaña de la anciana Kaede y veo a todos con mala cara lo cual me alarma. Mi cuerpo entra en tensión de inmediato buscando el peligro que al parecer hay para que todo estén tan mal.
-¿Qué pasa?-digo en cuanto llego, miro a todos y no veo a Kagome-¿dónde está Kagome?—pregunto alarmado, pero el rostro vacío de todos no me da buena espina por lo que me acerco—¿Dónde está Kagome?—repito la pregunta con mucha más fuerza.
-Inuyasha-habla Miroku-la señorita Kagome no recuerda nada y se fue a su casa-se sienta junto a Sango—ella fue quien decidió marcharse—paso las manos por mi ropa.
-¿Cómo que no recuerda?-no acepto esto.
-Kagome no nos recuerda. Nada. Ni siquiera a su hermano, todos sus recuerdos con nosotros, es como si nunca existimos en su vida-algo duele en mi pecho.
-No es posible, iré y hablaré con Kagome-digo decidido, salgo de la cabaña y comienzo a caminar.
-Inuyasha no seas imprudente, la señorita Kagome no se puede estar alterando y tú la vas a alterar-dice Miroku y me agarra del brazo.
-Haré que me recuerde-hablo decidido.
-Se alteró al ver a Kirara, eres un hombre mitad bestia cuando te vea ¿cómo crees que reaccionará?-Miroku me suelta el brazo.
—Miroku, ella no puede simplemente olvidarlos—creo que él ve la suplica en mis ojos y la escucha de mi voz porque suspira y pone ambas manos en mis hombros para mirarme fijamente. Pocas veces Miroku es de estar serio, pero en este momento está muy serio. Trago en seco sintiendo el amargo sabor de sus palabras.
¿Cómo alguien puede olvidar todo por un golpe? No me cabe en la cabeza que Kagome simplemente nos haya borrado de sus recuerdos, de su mente. Me niego completamente a la idea de que ella ya no me recuerda.
Que no recuerda su amor por mí, por los chicos, todo lo que hemos vivido. Sus palabras y sus promesas, no puedo simplemente pensar que ella no sabe quiénes somos en su vida.
—Tienes que esperar Inuyasha, al menos hasta mañana que ella esté más calmada, ahora si la alteramos podemos empeorar la situación—sus palabras saben amargas, per asiento.
-Está bien-entro de nuevo a la cabaña.
Narra Kagura
Oigo todo lo que hablan creo que a Naraku le encantará saber todo esto, quito la pluma de mi cabeza y la lanzo, esta de inmediato crece y voy en ella hacia el castillo.
-¿Qué noticias traes del grupo de Inuyasha?-habla Naraku muy frío como de costumbre y yo solo ignoro esa acción.
-Tengo buenas noticias-una risa maléfica se me escapa de los labios.
-¿Qué tipo de noticias traes?-al parecer le ha llamado la atención ya que me la brinda toda.
-La estúpida de Kagome se ha dado un fuerte golpe en la cabeza-miro la reacción de Naraku y no dice nada.
-¿Y qué tiene que ver eso con la buena noticia?-puedo ver que se contiene.
-Kagome ha perdido la memoria, ahora no está con Inuyasha, ¿sabes? se me ha ocurrido algo-Naraku me mira interesado-¿Por qué no manipulamos a Kagome?-le gustó mi idea ya que sonríe.
-Buena idea Kagura, de esa forma podemos usar los ojos de Kagome para recolectar los fragmentos de la perla de shikon y hacer sufrir al híbrido asqueroso de Inuyasha, su amada Kagome estará bajo mi poder. Kagura encárgate de encontrarla, tráela aquí y yo arreglo todo lo demás, tenemos que hacer que Kagome odie con todo su ser a Inuyasha, hay que conseguirlo-asiento con la cabeza y me dispongo a largarme de aquí cuando su voz me detiene-Kagura llévate a Kana-y como si fuera invocada Kana aparece.
-Vamos Kana-lanzo la pluma y nos vamos en ella, tengo que ganar puntos con Naraku.
Narra Kagome
Me levanto y me siento renovada, me sorprendo cuando despierto ya es de noche, ¿cuánto habré dormido?, no lo sé, pero me siento como nueva.
Mi estómago ruge así que me dispongo a buscar algo de comer, bajo las escaleras y camino hasta la cocina, busco en la cocina algo delicioso para comer, no veo nada que se me antoje, decido por comer ramen, no tengo ganas de hacer mucho. Miro a mi alrededor, todo está tan callado, tan solitario, ¿por qué siento que pasó mucho tiempo en compañía de alguien?, siento un vacío, ¿qué me pasa?, odio no recordar las cosas, quiero saber que pasó antes de que no recordará, quiero saber quiénes eran esas personas, se veían muy preocupados por mí, o ¿lo estuvieron actuando?, no creo, y sobre todo la chica, parecía devastada, creo que tendré que volver por más respuestas, el ramen ya estaba listo así que me dispuse a comer.
-Delicioso-hablo en voz alta, amo el ramen.
Subo de nuevo a mi habitación, siento que hace mucho no estaba aquí, me quito la ropa y voy a darme una ducha, cuando mi cuerpo hace contacto con el agua se siente tan bien, todos mis huesos se relajan. Salgo y me pongo una ropa cómoda, miro el frasco con los fragmentos, tendré que volver para devolver esto, de seguro es de algunos de ellos, pero tengo miedo de volver y encontrar más cosas extrañas, no quiero volver, pero solo ellos tienen las respuestas que tanto deseo, pero, ¿cómo sabré que no me mienten?, y lo más importante, ¿cómo sé que no me volví loca?, esto me preocupa, y si solo es una imaginación de mi mente, pero es tan real que lo dudo, me levanto de la cama, tomo el frasco y lo entro en mi bolsillo derecho, camino a paso firme hasta el pozo.
-Allí voy-grito al lanzarme, cierro los ojos y dejo que la luz me rodee, abro los ojos lentamente y miro al cielo, ya me encuentro del otro lado del pozo, subo agarrándome de unas ramas, aquí es de día, miro todo maravillada, la última vez no pude observar bien todo.
-Hermoso, ¿no?-dice una voz proveniente de algún lugar.
-¿Quién es?-mi voz suena temblorosa, pero trato de disimularlo.
-Kagome, Kagome-ya he captado, es la voz de una mujer.
-¿Cómo sabes mi nombre?-ya me estoy impacientando.
-Soy Kagura, y sé de alguien que puede responder todas tus preguntas-y así sale de un árbol con un abanico en las manos.
¿Confiaré en ella?, tengo que hacer algo.
Pero no comprendo, ¿cómo sabe que quiero respuestas?, no puedo confiar en nadie.