Narra Inuyasha
Despierto con un fuerte dolor de cabeza, ¿dónde estoy?, miro bien el lugar que conozco bien, es la cabaña de la anciana Kaede. Miro a todos lados y estoy solo.
—Inuyasha—escucho a alguien llamarme.
—¿Quién es?—pregunto mirando y no hay nadie.
—Inuyasha—la voz es desconocida para mi—Inuyasha—miro detrás de mi y casi muero, la sacerdotisa Midoriko esta aquí, parada frente a mi y yo solo puedo observarla.
—Mido...Midoriko—ella asiente, veo que esta muy seria.
—Si Inuyasha, soy yo Midoriko—responde con mucha seriedad.
—Pero, ¿como es posible que estés aquí?, tú estas muerta—hablo con un susurro.
—No tengo mucho tiempo Inuyasha tienes que prestarme atención, pronto tengo que volver a mi batalla en la perla—yo asiento—Kagome esta en peligro.
—Kagome, ¿qué pasa con ella?—pregunto desesperado.
—No me interrumpas Inuyasha—me regaña Midoriko—Kagome esta sintiendo rencor y odio, su corazón puro se esta volviendo malo, tienes que salvarla por su bien y por el bien de la perla de shikon no tama, tienes que traer a la sacerdotisa devuelta, hazlo pronto porque ella no perderá el tiempo, matará y hará cosas horrendas Inuyasha, protege a Kagome como una vez dijiste que lo harías—y con esas palabras la sacerdotisa Midoriko desaparece.
—Kagome—susurro a la nada, es verdad una vez prometí que la protegería y no lo hice, pero Naraku usará los ojos de Kagome para encontrar los fragmentos, los chicos entran a la cabaña y me miran.
-—Inuyasha-—habla Miroku.
—Tengo algo que decirles—Sango parece curiosa.
—¿De qué trata Inuyasha?—habla el pequeño Shippo y veo que sus ojos están rojos por haber llorado, de seguro le dijeron lo de Kagome.
—Como sabemos Naraku mayormente hace ilusiones—ellos asienten—Naraku, hará nuevos castillos para atraernos a una a trampa ya que Kagome está con él, usará a Kagome para hacer que ella busque los fragmentos, entonces pensé que Kikyo nos puede ayudar—antes de terminar bien Sango se había parado del suelo y con una mirada endemoniada me habla.
—Inuyasha no voy a viajar con Kikyo, no la odio ni nada, pero esto lo hago por Kagome, ella es mi amiga y sabes como era su relación con Kikyo—responde sango encolerizada.
—Sango piénsalo—hablo perdiendo la paciencia—Kikyo puede ver los fragmentos, podemos usar eso para encontrar a Kagome, ella los buscará, nosotros también. ¿Cómo crees que lo haremos sin alguien que vea los fragmentos? Has esto por Kagome, ella esta en manos del maldito de Naraku, ¿quieres eso? —a Sango se le ponen los ojos cristalinos, y comienza a llorar.
—Yo solo quiero a mi mejor amiga de regreso, solo eso—Miroku la abraza y ella llora en su pecho.
Salgo de la cabaña de la anciana Kaede y ya esta de noche, voy al único lugar donde puedo estar en paz por un rato, el árbol sagrado, me siento en una de sus ramas, y miro el cielo, no hay estrellas.
—Hasta a el cielo le haces falta... Kagome—susurro melancólico. No se cuanto tiempo duro así. Siento la presencia de alguien y me oculto hasta que el olor a barro y huesos llega a mi.
—Sal Inuyasha—dice Kikyo.
—Kikyo, justo contigo quería hablar—le digo bajando del árbol y colocandome a su lado.
—¿Es verdad que mi reencarnación esta siendo manipulada por Naraku?—responde tan fría como siempre.
—Kagome perdió la memoria, Naraku esta utilizando eso para manipularla—respondo con la mirada ida.
—Kagome es débil Inuyasha—sus palabras me hacen enojar.
—Kagome no es débil, solo que ella tiene un corazón demasiado bondadoso, eso no es ser débil—le digo de mala gana a Kikyo y ella le sorprende mi arrebato, es la primera vez que le hablo de esa manera.
—Dime algo Inuyasha—la miro a los ojos.
—¿El qué?—pregunto.
—¿Estás enamorado de Kagome?, ¿te enamoraste de mi reencarnación?—su pregunta me toma por sorpresa, ¿estoy enamorado de Kagome?, es cierto que la quiero, me duele que este mal, la quiero proteger siempre, me pongo celoso cuando Koga se le acerca, y también daría mi vida por la de ella.
—No tengo respuesta a esa pregunta—le respondo sincero a Kikyo.
—Estas confundido—afirma y yo no lo niego, pero tampoco lo afirmo—¿Qué era lo que me querías hablar conmigo?—pregunta cambiando de tema y se lo agradezco internamente.
—Quería pedirte que te unas a nosotros para poder buscar los fragmentos y de paso poder encontrar a Kagome—ella parece pensarlo.
—Está bien Inuyasha—la abrazo por inercia.
—Gracias—susurro, ella se sorprende por mi acción.
—De nada—responde un poco perturbada.
Narra Kagome
Después de haber despertado del sueño o el recuerdo que tuve, me encuentro bañandome. Salgo y busco algo que ponerme en el clóset, hay hermosos kimonos, elijo uno de n***o con rosado y flores rosadas claras, manga larga hermoso, me lo coloco y me dejo mi cabello suelto, bajo las escaleras y entro al comedor.
—Buenas noches—saludo al entrar al comedor.
—Buenas noches, Kagome—habla Kagura con una sonrisa, sé que es falsa.
—Buenas noches dulce Kagome—me saluda Naraku y se levanta para besar mi mejilla, me siento y empezamos a cenar en silencio.
—Quiero que me enseñen como caminar por los alrededores y también en el bosque, no me gustar estar encerrada—digo cortando el silencio.
—Claro Kagome es una buena idea, Kagura te mostrará—mira a Kagura y yo también.
—Claro que si Kagome, termina de cenar y vamos a caminar—me responde con una sonrisa fingida.
—Si—respondo seca.
Narradora
Después de haber cenado, Kagome y Kagura emprende su camino hacia los alrededores, después de que Kagura le haya enseñado todas las partes del castillo y los alrededores de este, le fue a enseñar como debe caminar en el bosque, le fue mostrando los lugares más peligrosos del bosque y los lugares donde no hay ningún tipo de peligro, hasta que se encontraron con una escena que no deberían de ver.
Se encontraron a Inuyasha y Kikyo abrazados como si fueran dos amantes a punto de ser fusilados.
—Ella es Kikyo—le dice Kagura a Kagome y ella no puede despegar su vista de aquella escena.
—Así que esa es Kikyo—dice Kagome para si misma y sin pensarlo el sueño o recuerdo llega a ella haciendo que la ira de Kagome fluya al aire.