. . . . . Escuchaba sus pasos de un lado a otro en el pasillo de las habitaciones, peinaba su cabello, sin saber si dejarlo suelto o recogido. Quizás se iba a lo seguro, cabello recogido. Aún tenía el maquillaje que compró con Verónica, aunque hacía poco uso de él, solo para las escasas ocasiones en las que iba a cenar fuera con Ángel, ¿quién dijo que la vida de padres sería fácil? Se perdían muchas cosas de parejas que ahora se convertían en familiares, las noches alocadas de sexo eran casi como para irlas a ver a un museo, estaban escasas, los gemidos silenciosos, las típicas posiciones que se resumen en la cama, las largas horas de trabajo y todo lo que tenía que ver con la escuela de los niños, su educación y sus amigos, eso había desplazado a muchas cosas que antes tenían prior