Cuando el sábado llegó, me levanté muy temprano pensando en el concurso. ¡Tenía que ganar! Daría todo de mí para quedar de primera, porque era posible que con el diez por ciento que se repartiera no me alcanzara para cubrir la parte faltante de la operación, además de eso, habrían muchos gastos después de eso. Era una clínica privada, puesto que era la única que me dio posibilidades y esperanzas de que Nanna pudiera volver a caminar después del accidente y de ir a tantos lugares sin cansancio, con respuestas muy negativas. —Oye, Vero, ¿cuáles son los atuendos que tienes que usar?—preguntó, entrando en mi habitación. —Un vestido largo, un bañador y luego un vestido expresamente sexi. El vestido largo es para la eliminación de las cinco primeras, el bañador es para decidir quienes serán