Gozaba al sentir el peso de sus senos en mi pecho, sus labios besaban mi barbilla mientras su respiración me causaba cosquillas, siempre fue muy traviesa, fuerte y juguetona, pero más que nada, insaciable. Marcaba el ritmo, me exigía, se hacía con mi cuerpo y mas me vale darle pelea o…terminaba devorándome. Esta era Aurora. Una mujer muy fuerte, física y mentalmente, pero a la vez muy frágil, física y mentalmente. No le gustaba el abandono, sentir que la dejaban de lado, que la excluían o que simplemente la ignoraban, eso era mortal para ella, aunque no sería capaz de demostrarlo, en su lugar solo buscaría vengarse de esas o esa persona. Porque eso sí, era vengativa. Se suponía que mañana al fin iríamos a buscar nuestro perro, después de un par de días encerrados en casa. —Esta t