Al día siguiente Foster salió de la hacienda, no sin antes advertirme que no saliera de mi habitación o del área asignada, era obvio que todavía no confiaba en mi. Por la tarde antes de anochecer él y sus hombres habían regresado, lo sabía porque escuché las llantas de los autos golpear la arenilla de la entrada. Celia ingresó minutos después, me dijo que fuera a la caballeriza que Foster me quería ver. Al entrar ese lugar donde Ricardo fue asesinado me llene de tristeza, en el interior se encontraba, Foster, Felipe, Diego y junto a ellos atado con los pies en el aire se encontraba mi padre, golpeado salvajemente. Foster al verme se me acercó con un látigo en la mano. —Ten, dale unos cuantos golpes. Es momento de vengarte por todo lo que él te hizo—dijo extendiéndomelo. Sus palabras solo