POV KIARA SUÁREZ Dicen que cuando un familiar muere, pasas por etapas psicológicas fuertes, desde la negación, a una posible aceptación, hasta llegar a la aclamada superación, etc. Pero lejos de sentir que algún día podría aceptarlo, cada vez me sentía más irritada y furiosa, no podía creer que mi madre, quien tanto me había cuidado y enseñado, ya no estaría. ¿Ahora quien me iba aconsejar? ¿Quién iba a ver de mí? ¿Qué haría cuando llegara todos los días a casa y no la viera? ¿Quién iba a cocinar esos platos tan deliciosos? ¿Acaso mi padre llevaría a su amante a vivir con nosotros? ¿Y si era una madrastra pésima? ¿Por qué tan siquiera lo estaba considerando? ¡Enloquecería! Sabía que mi madre era un pilar fundamental en mi vida, no digo que yo sea una inútil que no sepa valerse por sí misma