Pov. Lujan.
Camino hacia la escuela, qué digo camino, voy corriendo, qué digo corriendo, voy saltando de la emoción que envuelve a mi corazón, ¡Rayos, acabo de sonar como Teo! , en fin, inflo el pecho y me dirijo a pasos grandes hacia aquel lugar que me humilló, pero, jum, jum, jum, ya no más, porque bueno, como ya saben, ¡Salí de virgen! ¡Sí! ¡Sí!, dejé de ser el mariconcito virgen, ¡Justo y directo en tu cara de rana, Minho!
—Baozi, apura que llegaremos tarde.— sigo caminando y miro la hora, aún falta media hora para que empiecen las clases.—Minnie ¿No estás emocionado?
—¿Emocionado? ¡Estúpido ciervo me has dejado escaldado!— ¿Eh? Me paro y lo volteo a ver, el bollo viene caminando como si fuera un jinete sin caballo, es muy gracioso así que empiezo a reí muy fuerte a carcajadas.
—jajaja, ya, ya lo sé Minnie, sé que soy un macho azotador pero no es para tanto.— Rueda los ojos y ¡Demonios! Él acaba de poner esa cara, aquella expresión que me hace tragar duro.
—¡¿No es para tanto?! ¡Maldito c***o!— Y sí, él empezó a llorar haciéndome tremenda rabieta en medio de la calle, a duras penas se sentó sobre la vereda y lloró incluso más fuerte, ¡Carajo, no puede ser!, siempre que se molesta conmigo hace esto y le empieza a decir cosas sin sentido a las personas que están alrededor.
—M—Minnie, por favor no lo hagas.— le digo moviendo su hombro disimuladamente como para que la gente no se dé cuenta que de que vengo con él.—Vamos a llegar tarde.— le murmuro suave pero él sigue sentado allí, rehusándose a pararse.
¡j***r! Tengo que huir rápido antes de que empiece con su teatro, es así como paso a paso y con una muy fingida sonrisa me voy alejando.
“Está bien, ya casi lo logras Lujan, sigue así campeón”, me doy ánimos a mí mismo, si llego a la esquina antes de que empiece lo habré logrado, ya casi llego, si, sí, sí, estoy por lograrlo pero…
—¡Lujan! ¡Amor, no me dejes!— me paro en seco al escucharlo gritar ¡Mierda, mil veces mierda! Pateo contra el suelo de la pura frustración, ya empezó, no quiero voltear pero todas aquellas miradas empiezan a señalarme así que no hago, él sigue sentado dónde lo dejé con muchas lágrimas resbalando por sus mejillas.— ¡Lulu, llévame contigo!— achino los ojos y nuestras miradas se cruzan, veo claramente como sonríe por una fracción de segundos con malicia antes de volver a llorar.— ¡No me importa que tengas un amante! ¡Podemos ser felices los tres! ¡Pero Lu, no me abandones ciervito lindo!— ¿Ah? ¡Qué piedras es esto, Min Seok! puedo escuchar claramente los abucheos y reproches de las personas a mi alrededor, ¡MIN SEOK ME LAS PAGARÁS! Me acerco despacio hacia él, frunzo el ceño y me pongo a su altura.
—¿Contento?— le susurro y él se calma al instante.
—No sabes cuánto.— él me sonríe ampliamente y se seca sus lágrimas de cocodrilo.— ¡Mi hombre volvió!— ¡¿Qué, se ha vuelto loco?! A pesar de todas las tonterías que ha dicho aun así escuchamos a los señores aplaudir a nuestro alrededor, ellos sí que están mal de la cabeza incluso más que yo.— ¡Gracias bebé, te prometo no percudir tus bóxer de Hello Kitty!— No, no, no y no, ¡Él no dijo eso!
—¡¿Qué?! ¡Ahora te quedas allí!— me paro y de inmediato comienzo alejarme, ¡Qué vergüenza! Me tapo la cara porque están tomando fotos.
—¡Au! ¡Duele! ¡Lu, no te vayas!— ¡Que se vaya a la mismísima mierda!, nadie se mete con Hello Kitty o con mi masculinidad, porque, es obvio que soy un macho que da, sigo caminando sin prestarle atención.— ¡Aaaaah, el bebé!— ¡¿Quéeeeeee?! Lo volteo a ver aterrorizado, él continúa gritando y yo me quedo totalmente desconcertado, las personas me cogen y a empujones me arrastran a su lado.
—¿Joven, estás bien?— una señora le pregunta mientras ese bollo mentiroso comienza a inhalar y a exhalar por la boca.
Lo miro directamente a los ojos, juro que me vengaré.— Sí, ufff, ¡Gracias, mi bebé ya se tranquilizó porque su papá ya está aquí!— él vuelve a esbozar aquella sonrisa perversa que me hace arrepentir haberme reído de él ¡Diablos!— ¿No es así cielo?
—Oh, son muy jóvenes, pero ¡Felicitaciones, chicos!— la señora abraza a Min Seok y le da muchos besos luego viene a mí y hace lo mismo pero yo no puedo dejar de mirar al bollo y planear muchas formas de vengarme, estoy furioso
—¡Deja de decir eso!— se lo grito en un susurro casi inaudible.
—¿Qué dices amor? ¿Qué me llevarás en peso?— ¿Qué? ¡Me niego rotundamente!
Sí claro, y lo siguiente que sé, es que nos encontramos caminando hacia la escuela, ¿Dije nos?, quise decir, me encuentro caminando hacia la escuela con Min Seok sobre de mí.
—Me vengaré.— le digo en un susurro, los alumnos nos miran pero no sorprendidos ya que solemos aparecer en la escuela de diferentes formas y créanme cuando les digo que no quieren saberlo.
—Sí, sí, sí, créeme que ser tu amigo ya es un Karma, Lulu.— él se ríe de mí, aish, todo por querer salir de virgen ¡Rayos!
Llegamos al salón y las horas se pasan volando, la clase es muy aburrida, bostezo un par de veces ganándome muchos reproches del profesor pero no me importa, lo único que me anima es que pronto será el receso y le restregaré a Minho que ya soy todo un M.A.C.H.O.
El timbre suena y me paro listo para salir pero…—¡Lujan, te olvidas de algo!
—¡Baozi!— ruedo los ojos y me acerco a él para cargarlo, ¡Aish!, salgo con mi ceniciento trepado como un koala sobre mi espalda caminando hacia la cafetería y lo veo.
Veo aquel muchacho que hace palpitar mi corazón, de inmediato bajo de golpe a mi bollo amigo que se queja y refunfuña a mi costado.— ¡Yah! ¿Estás loco?— Está enojado pero no me importa, más tarde asumiré las consecuencias, por ahora, tan solo me enfocaré en aquella cabellera castaña tan propia del chico que me gusta.
De mis ojos brotan corazones enamorados, es tan hermoso, con aquellos finos rasgos nunca antes vistos, suspiro una y otra vez, como si quisiera violarlo digo amarlo.—Hola, guapo.— digo con voz ronca, ¿Qué si se ligar?, pues claro que sé, sino miren y aprendan.
Él me ignora pero sé que tan solo se está haciendo el difícil, ya saben, todo forma parte de un juego de seducción.— Piérdete.— me lo susurra con aquella fina y melodiosa voz que me cautiva.
—En tu belleza.— él camina y lo sigo muy de cerca, él es así, pero sé cómo lidiar con ello.
—Muérete, Lujan.— se dirige hacia una máquina expendedora y saca una coca cola.
—De amor por ti, mi adorado Baekkie.— él me mira cansado y me sonríe, ¡Sí, oh, yeah, ya lo tengo!—Vamos mi diva hermosa, ¿Qué dices?, tú, yo, el viernes, cena y pasión, ¿Qué te parece mi idea?— digo de inmediato apoyándome contra aquella máquina.
—Oh, tengo una mejor idea cariño.— él acaricia mi mejilla y vuelve a sonreírme.— Tú en tu casa, yo en la mía, tú te masturbas y yo follo con mi novio, ¿Qué te parece?— ¿Ah?, me quedo congelado, todos a nuestro alrededor empiezan a reírse de mí y sí, una vez más quedo como la burla de todos, ¡Diablos!, lo veo alejarse contorneando sus hermosas caderas que me fascinan, ¡Demonios! A pesar de que me hace quedar cómo un idiota sigo babeando por él.
—¡Te conquistaré!— se lo grito porque lo haré, creo que su noviecito es puro invento, él detiene su andar y me muestra el dedo del medio, es tan expresivo.
—¡Ciervo estúpido!— mi baozi amigo viene caminando un poco mejor hacia mí y me jala de la oreja arrastrándome hasta nuestra mesa dónde nos esperan nuestros amigos.
—Hoy sí que te luciste, hyung.— el poker face me dice aplaudiendo ligeramente.
—A esa diva caprichosa la conquistaré y tarde o temprano caerá ante mis pies.— volteo mi rostro y observo al susodicho que está mirándome así que le guiño un ojo, es obvio que se muere por mí.
—Pero tiene novio.— el pequeño búho me advierte sin despegar sus ojos de su comida.
—No nos consta, nunca lo hemos visto de seguro se lo está inventando para sacarme celos.— alzo mi vaso de refresco y empiezo a beber.
—¡Aish, si serás! ¡Entiende que él ya tiene a alguien!— el bollo empieza a jalarme del cabello y me lo jala sin contemplaciones.— ¡Reacciona!
—¡Aush, baozi! ¡Basta! ¡Basta!— cesa sus movimientos, rueda los ojos y continúa comiendo.
—No creo que lo esté inventando, su novio es el amigo de Jon Gin.— Kyung Soo me mira a los ojos y mis hombros caen dramáticamente.
—¡Oh, no, Sossie! ¡No me digas eso!— hago un pequeño berrinche y mi humor decae dramáticamente.
—Ves zopenco, te lo dije, deja de ser un idiota.—mi bollo amigo me lo dice fulminándome con la mirada.
Estoy con un humor de perros, ¡Carajo!, no es divertido, volteo a mirar a mi adorado Baekkie y me cuesta creerlo, es tan bello con sus ojos de cachorro pero ya tiene a alguien.
—¿Qué pasó mariconcito virgen? ¿Te rompieron el corazón?— escucho la risa burlona de Minho, aish, no tengo ganas de pelear.—¿No te paran asunto por virgen?— escucho una vez más la risa de todo el mundo que está concentrado en nuestra conversación, se supone que debería de estar disfrutando este momento pero en lugar de eso me estoy lamentando por ese lindo cachorrito infiel.
Agacho la mirada deprimido pero cuando me paro una sonrisa maliciosa aparece en mi rostro.— ¿Mariconcito virgen?— levanto mis cejas.— Para tú información ya no soy virgen.
—¡¿QUÉ?!—aquella palabra resuena fuertemente proveniente de Minho y mis amigos, disimuladamente volteo la cabeza y le guiño un ojo a mi amigo baozi que se hace bolita en su silla y me maldice silenciosamente.
—No mientas ciervito.— esa rana no me cree.
—¿Ves algún tip nervioso en mis ojos?— niega con la cabeza.— Entonces estoy diciendo la verdad.— ¡Justo y directo en tu hombría!— me río a carcajadas de él.— Sí, directo a tu hombría porque al menos ya descubrí que a mí sí se me para no como a otros.— digo señalándolo y él se pone más rojo que un tomate.
— ¡Mentiroso!— niego sin parar de reírme.
—jajaja digo la verdad, gracias Taemin por la info.— le guiño un ojo y el mencionado no para de carcajearse.
—¡Mierda, mi amor! ¡¿Por qué se lo contaste?!— Minho se aleja con las mejillas muy encendidas.
Tomo asiento y le sonrío a mis amigos que no hacen más que preguntarme con quién lo hice pero rápidamente siento una muy dura presión en mi rodilla proveniente de mi pequeño ceniciento.
—Minnie, ¿Tú sabes?— escucho que le preguntan y él se pone rojo sin alzar su rostro.
—Tengo la menor idea.— ellos siguen cuestionándose quién pudo haber sido mi víctima, finalmente se cansan y pasamos a las aulas, las clases terminan y como todos los días voy caminando junto a mi buen amigo baozi hacia nuestras casas, paso un brazo por sus hombros y es tan normal entre nosotros que no nos incomoda.
—Oye, baozi, hagamos la tarea en mi casa.— propongo ya que no sé cómo rayos hacerla.
Veo cómo achina los ojos en mi dirección, acerca su rostro al mío y me jala nuevamente de la oreja.— ¡Ves, eso te pasa por estar durmiendo en clase!
—¡Yah! ¡No me maltrates!— me sobo mi pobre orejita y pongo ojos de cachorrito.— Oh, vamos, di que sí.— junto mis manos para pedírselo.
—Está bien solo si me consigues una cita con Henry.— ¿Eh? ¡¿De qué rayos habla?! ¿Con ese c***o creído? Bueno, también soy c***o pero no soy un odioso como él.— Sino lo haces no hay trato.
—Imposible Baozi, no nos llevamos bien.—pone un mono puchero que sabe muy bien que me hará acceder de inmediato, estoy por asentir, ¡Pero, no! ¡No puedo dejar que mi amigo baozi salga con ese! ¡Aish!, le doy la espalda pero él se pone frente a mí.
—¡Está bien! ¡Rayos!— lo veo saltar de la emoción y acaricia mi cabello.
—¡Gracias Lulú! ¡Vamos rápido, tenemos que hacer la tarea!— Si como no, pequeño Baozi convenido, refunfuño un poco mientras lo veo correr hacia mi casa, ambos subimos hacia mi habitación, ¡Demonios!, tengo que hacer que deseche esa idea.
Estamos haciendo la tarea en el suelo pero mi cabeza en lo único que piensa es en la forma de convencerlo de no querer salir con Henry.
¡Qué hago!, ¡qué hago!, mis piernas empiezan a intensificar sus movimientos por la ansiedad de pensar qué hacer, ¡Santo Dios mándame una señal!
Está bien, me rindo, no sé qué hacer, tal vez solo debería dejar que salgan juntos, volteo a ver hacia mi costado y ¡Demonios! ¿Desde cuándo mi amigo baozi se volvió tan sexy? ¡Rayos!, trago duro ante la vista que tengo frente a mí, su camiseta se hizo hacia un lado y puedo ver claramente su blanquecina piel del pecho asomándose, la boca se me hace agüita al recordar los placenteros momentos que pasamos juntos.
“Lujan, respira, vamos ciervito puedes hacerlo” parte de mi conciencia me dice, aparto la mirada y respiro tranquilo tratando de tranquilizarme, ¡¿Qué me pasa?!
¡¿Dios esta es tu señal?!
Una almohada se cae de la cama.— ¡Ah!— brinco asustado y Minnie me mira sorprendido para luego ignorarme, creo que es un sí, Dios me está mostrando el camino y si él lo hace no puedo decirle que no, así que poco a poco me acerco a él.
—Estás demasiado cerca ciervo.— Min Seok me lo advierte sin apartar la mirada de su cuaderno.
—Baozi.— susurro con voz ronca contra su oído.— ¿Te gustaría volver hacerlo?
—¿Hacer qué?— él mantiene su mirada fija en su cuaderno, sin asuntar lo que le acabo de decir.
—Ya sabes, revivir los momentos cuando perdimos nuestra virginidad.— veo como al igual que el exorcista voltea su rostro y me mira horrorizado, se para de inmediato y se pone en alerta con los ojos bien abierto.
—¡¿Ser malévolo, qué has hecho con Lulú?!— él coge una almohada y me la lanza, me acerco a él, lo tumbo sobre la cama y lo inmovilizo bajo mi cuerpo viendo claramente su sonrojo.
—Anda, hagámoslo, sé que quieres bollo pervertido.— le digo y nos miramos directamente a los ojos, alzo las cejas traviesamente y ¡Lo tengo! ¡Ha caído rendido a mí!
—Está bien pero será la última vez.— asiento frenéticamente, nos empezamos a besar hasta quedar totalmente desnudos, nos metemos bajo mis cobijas y empiezo a tocarlo.
Mis manos recorren toda su piel, Min Seok besa mi cuello con gula, éste ser inocente de inocente tiene nada, lo siento más desenvuelto, me alegro, veo que su “escaldadura” ha quedado olvidado, sonrío cuando siento sus brazos rodear mi cuello.
Bajo mis labios y beso detrás de su oreja.—Ah…— lo escucho gemir y eso me excita aún más, me acomodo entre sus piernas, lo preparo como la primera vez y sin dar tregua lo penetro, ingreso en su interior pero se siente diferente, es otra sensación, sin embargo, lo ignoro porque de seguro es porque ya tengo más experiencia, sí, eso debe de ser.
Empiezo a embestirlo mientras lo escucho gemir mi nombre mucho más fuerte.— Ahh, baozi que rico.— digo con un sonrojo en mis mejillas pero sigo moviéndome, es delicioso.
—Ahh, Lu, ahh, más rápido…— gime y continúo penetrándolo en su punto dulce, luego de muchas estocadas, besos y caricias, Min Seok se corre luego de haberse masturbado un poco, aprieta mi erección y me corro, dejo caer mi cuerpo sobre él y respiro agitado, salgo de su interior y volteo a mirarlo, él está hecho un desastre, nuestros cuerpos están muy sudorosos pero no me importa, de pronto siento la necesidad de besar su hombro.
—Emm, Baozi.— me aclaro la garganta y aprovecho la oportunidad para convencerlo de no salir con Henry al verlo todo aturdido.— Creo que no es una buena idea que salgas con ese c***o, no es un buen partido para ti, es un engreído y vanidoso, anda, di que no lo harás, si quieres después te presento a otro chico del equipo de natación.— veo como poco a poco va cerrando sus ojitos.—Entonces, ¿Qué dices?— él se acomoda para dormir sin darme una respuesta.— ¿Qué dices Baozi? ¿Qué ya no quieres que te consiga una cita con él? Oh, vaya, veo que tomaste una buena decisión, entonces, ya se ha dicho, no saldrás con él.
Sonrío maliciosamente, ahora cuando se despierte le diré que desertó en su idea de querer salir con ese y ya no hay marcha atrás, luego le diré que aceptó salir con otro muchacho pero me haré el loco y nunca le presentaré a nadie así que esperaré hasta que se le borre aquella descabellada idea de salir a citas, ¿Qué si estoy celoso?, claro que no, solo estoy protegiendo a mi mejor amigo de aquellos lobos disfrazados de chicos.