Capítulo 5 “Su atención”

2227 Words
Thomas Decir que estaba sorprendido era poco, no porque ella pareciera tan aventada, ha conocido a mujeres que lo han sido más, mierda, más de una vez se ha posado una mujer sobre él a restregarse prácticamente. Sin embargo, es primera vez que conoce a una mujer así de directa, que, aunque no se desnuda frente a él, le pregunta abiertamente con una sonrisa entre pícara y burlona que piensa de su aspecto. Y joder, Thomas no entiende como esa simple mujer puede tentarlo de tal manera solo con esa sonrisa y esa boca inteligente. Él ya tiene un par de ideas para hacer con esa boquita y ver si puede seguir sonriéndole de esa manera mientras las lleva a cabo. –¿Su vestido? – algo aturdido por el camino que están tomando sus pensamientos, por no mencionar la manera en la que su cuerpo está reaccionando, Thomas carraspea, obligándose a recuperar su compostura. Él no es un maldito crío viendo por primera vez a una mujer que le parece sexualmente atractiva, joder, por supuesto que él no lo es. –Me parece llamativo – es lo que termina diciendo, por no quedarse en silencio, imaginando como poner a la preciosa castaña que quiere devorar. Joder, y apenas termina de hablar confirma lo que ya sabía, que esa castaña está jugando a provocarlo, pues al escucharlo, ella solo ensancha su sonrisa. –Entonces es perfecto – y voltea hacia su hermano, quien no deja de ver con mala cara al azabache, quien no podría prestarle menos atención al menor, por el contrario, está todavía un poco perdido en la curiosidad que le causa esta simple mujer. Y luego está Jared, que no sabe ni siquiera como tomar todo lo que está pasando. Mierda, Thomas ni siquiera se tiene que acerca a una mujer por su cuenta a hablarle, ellas normalmente vienen hacia él, ahora, mucho más raro es escucharlo elogiar a una por algo tan siempre como su vestido. Ahora, lo que más tiene aturdido al castaño es que, y esperando no sonar como un auténtico cabrón, lo que más tiene descolocado a Jared es que su jefe muestre interés por una mujer invidente. Joder, no tiene nada en contra, solo que pudiendo tener a cualquiera ¿qué tiene esta mujer de especial? –¿Qué hace aquí? – pregunta Adrien sin poder guardar silencio viendo como un hijo de puta desviste a su indefensa hermana de esa manera. A él nunca le importó quien fuera, si un hombre más grande que claramente le ganaría en una pelea, un pandillero o el jodido jefe de su jefe, para Adrien no hay nadie en el mundo más importante que su hermana y la protegerá de todos con toda su fuerza. ¿Cómo no hacerlo si esa misma mujer alguna fue una dulce niña que lo amó tan intensamente y lo protegió que él solo pudo admirarla cada día más? Ella tenía que ser protegida, pero en su lugar, ella lo protegía con todo, sonriendo aun y si tropezaba y se golpeaba, nunca permitiéndose llorar frente a él. Ellos solo se llevan dos años, pero, aun así, Amari se tomó muy en serio el papel de hermana mayor, y su prioridad siempre fue Adrien, por lo que el menor solo puede pagarle con lo mismo. Ahora, el detalle es que, aunque Adrien pensó en su hermana, no pensó en él, y la oportunidad que representa ser uno de los ingenieros que trabajan en TCTech. Tampoco pensó en que el señor Carter no es conocido por ser alguien paciente, por el contrario, es bastante jodido. Jared siente como su respiración se tranca en su garganta, a la espera de cómo va a actuar ahora su impredecible jefe, Amari no se sorprende, ella conoce perfectamente a su hermano, no es de extrañar se hable con tal acidez, sin embargo, si se preocupa un poco. Quizás por su pequeño jugueteo con el jefe su hermanito vaya a perder su empleo. Y finalmente, el señor Carter. Bueno, Thomas simplemente arquea una ceja y levanta la barbilla, viendo desde su altura al hijo de puta que está bajo su mando y se atrevió a hablarle como si fuese su maldito superior. Ya Thomas ha pasado por suficiente mierda en la vida, y él se dijo una vez que no iba a permitir que nadie más le hablara de esa jodida manera, porque ahora él es el maldito jefe. –¿Y por qué mierda yo tendría que darte explicaciones? – aunque no suena tan enojado como Jared lo ha escuchado otras veces cuando se le cuestiona, Thomas se encuentra claramente irritado por la pregunta. Y Amari ahora se siente un poco culpable, por no tener consideración con su hermano y simplemente actuar sin pensar en la manera en la que él va a reaccionar. Ella sabe que él solo quiere protegerla, pero todavía no sabe cómo hacerle entender que no es una niña, y que ser ciega no le impide darse cuenta de las intenciones que los demás podrían tener con ella. La ceguera no le impide darse cuenta de las intenciones que tienen los demás con ella, por el contrario, quizás sea el hecho que sus otros sentidos está más desarrollados debido a la falta de visión, pero la castaña tiene una grandiosa habilidad para percibir las intenciones de los demás. Quizás ese sea el motivo por el que no tiene muchos amigos. –Adrien – regaña en voz baja la castaña, perdiendo todo el aire coqueto y acercándose hacia donde sabe que se encuentra su hermano, apretando su brazo y esperando que se retracte de sus palabras. Pero Adrien nunca haría eso, él nunca se retractaría de defender a su hermana. –Solo quiero saber qué hace hablando con nosotros, seguro tiene muchísimas cosas que hacer – el tono sarcástico no sale desapercibido para ninguno, tensando aún más a Jared, aumentando la preocupación de Amari, y acabando con la paciencia de Thomas. –Ya basta, Adrien – dice un poco más alto Amari, haciendo notable su malestar, tanto que incluso Rey se pone un poco a la defensiva, mirando fijamente al azabache y arrugando su nariz, preparado por si tiene que saltar a proteger a sus seres amados. –Me parece que no sabes con quien mierda estás hablando – quizás se deba al gesto en el rostro de la castaña, ya sin rastro de la picardía y burla que la adornaba hace solo segundos, pero Thomas decide respirar profundo y no mandar al impulsivo imbécil a tomar por culo. Jared también nota el gesto que está teniendo el señor Carter, y se sorprende aún más de lo que ya estaba al darse cuenta que solo bastó observar la mirada que le dio a la preocupada mujer antes de relajar su mandíbula apretada y limitarse a ver con ojos fríos al castaño menor. Solo por eso, por notar ese cambio, Jared decide interceder. –Señor Carter, tiene una reunión en veinte minutos con el ingeniero Lopez, seguro nos debe estar esperando en el restaurante – su intervención hace que el mayor le dé una ojeada a su reloj antes de suspirar y dirigir su mirada exclusivamente a la linda castaña que volteó hacia él, casi como si pudiera verlo perfectamente. Pero él sabía que no había manera que eso sea cierto. –Bien, vamos – duda un segundo sobre cómo proceder, pero al final decide que lo mejor para todos es mantener su distancia. Aun cuando esa mujer parece ser el maldito sol y él, Ícaro. –Que tengan un bonito día – suelta con voz tranquila y armoniosa la mujer, manteniendo un agarre firme en el brazo de su hermano para mantenerlo en silencio. Por suerte, este obedece, y solo aprieta su mandíbula, volteando la mirada hacia otro lado, buscando relajarse y clamar sus impulsos. Incluso en ese estado es consciente que cometió una maldita estupidez, y que tendrá mucha suerte si alguien como el señor Carter perdona su culo altanero y deja pasar por alto esa falta de respeto. –Igual – es todo lo que dice el azabache antes de dar media vuelta y caminar lejos de ahí, sin voltear ni una sola vez, siendo seguido de cerca por su administrador. Solo entonces, la castaña exhala, dejando de retener su respiración, y suelta con brusquedad el brazo de su hermano. –Hay límites para ser imbécil, incluso tu deberías saber eso. –Hay límites para ser una descarada, Amari ¿qué mierda de pregunta fue esa? ¿qué pretendes? ¿follarte al jefe? – un par de cosas suceden en simultaneo justo al momento en que esas palabras escapan de los labios del menor de los Prisloo. Lo primero, es que el menor se arrepiente. No es primera vez que existen uno de estos arranques, pero el último fue cuando ambos eran unos adolescentes, hace muchos años, y Adrien volvió arrepentido a pedirle perdón a su amada hermana luego de haberla insultado por un malentendido y su impulsiva boca. Y lo segundo, es que el rostro de Amari se tiñe casi completamente de rojo, no de vergüenza, ni de cerca, sino de molestia. ¿Descarada? ¿y qué si lo es? ¿y qué si quiere follarse al señor Carter? No es su jefe, no suena como un viejo que le lleve muchos años, e incluso si así fuera, ella no ve nada inmoral y malo en que quiera intimar con un hombre que pone de punta todas sus terminaciones nerviosas con solo un toque. Lo peor que puede pasar es que sea un hombre casado y con hijos. Amari jamás se metería en una familia. –Amari… – comienza Adrien, pensando en cómo abordar la situación, pero no es primera vez que ambos tienen una discusión de este estilo, y lo que le causa la mayor molestia a la castaña es que parece que no importa que tanto le repita que ella está grandecita y puede manejar su jodida vida por su cuenta. Por lo que ella rápidamente lo suelta. –Me iré a casa – Rey, identificando de inmediato que ya es hora de irse, se para al lado de su compañera, que al sentirlo se inclina hacia él para tomar la correa. –Espera, te acompañaré – vuelve a hacer otro ademan por acercarse a ella, pero, suponiendo que es algo que haría, Amari se aleja otro paso de su hermano. –Será mejor que regreses al trabajo, no vaya a ser que te metas en más problemas – y se muerde la lengua para no decir algo más que logre hacer que la discusión vaya a más de lo que es. Esta es una tonta discusión tampoco es como si ganara nada por agrandarla solo con un comentario. –Amari, sabes que no quise decirte eso. –Pero lo hiciste, y estoy molesta – la mayor suelta un suspiro –No soy una niña, Adrien, tienes que dejar de meterte en mi vida – Amari entiende perfectamente que su hermanito solo tiene un corazón enorme y que la ama, que solo intenta protegerla, lo entiende porque ella también lo ama profundamente y si pudiese evitarle todo lo malo del mundo lo haría. Sin embargo, no puede hacerlo, él tampoco puede protegerla de todo, no sin impedirle vivir, y no vale la pena protegerla de algo si no puede tener una vida digna, tomar sus propias decisiones, y equivocarse de la manera en la que ella lo desee. –Iré por un café y deberías ir a trabajar – vuelve a insistir la mayor, ahora más tranquila luego de analizar, como siempre hace cada que pasa algo como esto, que su hermano solo necesita algo con lo que distraerse y que deje de intentar sobreprotegerla. –¿Prometes que me llamaras cuando llegues a casa? – escucharlo preguntar eso con ese tono bajo, triste y lento la hace sonreír un poco. Es como un niño triste porque su madre se va al trabajo o algo por el estilo. –Lo haré – y finalmente se acerca a dejarle un beso en la mejilla, sonreírle un poco y sin más, comienza a caminar siendo acompañada de su fiel compañero. >>La próxima vez que tu tío se comporte como un imbécil lo morderás ¿entendido? – y como si la entendiera a la perfección y no solo eso, sino que como si compartiera su opinión, Rey ladra, fuerte y alto, sacándole una pequeña carcajada a la castaña, que se encarga de acariciarlo suavemente mientras sigue su camino tranquilamente, llevando con firmeza a su guía. Sin notar que levanta miradas por donde pasa, más de uno se detiene a verla caminar, porque tiene un hermoso vestido que evidencia su buena figura, porque tiene un aura salvaje y dulce al mismo tiempo, si es que eso es posible; porque tiene una sonrisa radiante. Y porque aun sin prestarle la atención o siquiera importarle, ella es hermosa, ella posee esa belleza que es imposible de ignorar. Y eso lo entiende muy bien Thomas Carter, que incluso mientras está sentado a varios kilómetros de distancia, escuchando al encargado de uno de sus proyectos hablar sin parar sobre su trabajo actual, una parte de él sigue pensando en esa preciosa castaña con boca inteligente que captó su atención incluso desde lo lejos.
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