Caminar hacia el baño es una verdadera tortura pero tengo que hacerlo porque no me gusta eso de orinar en esa cosa llamada comodo, que de comodo no tiene nada. Despacio, lentamente, de la mano de la enfermerita, que se ha vuelto mi amiga inseparable en estos meses pasados camino dando pasitos pequeños. "Despacio, no hay prisa, si llegamos, solo es una corta distancia." "Si pero tengo ganas y me duelen aun las costillas." "Es un bruto mi jefe, no te preocupes, pronto sanaras, eres tan joven..." Me mira extraño, como si fuera ternura mezclada con maldad quizás...? Eso quiero, es lo que he querido, sanar y mejorarme, pero a la vez tengo miedo... Miedo de que si sano por completo Rey de nuevo me vuelva a poseer como lo hizo antes. En estos meses pasados, no se cuantos porque no tengo n