En el pasillo con Demetria, el doctor Lorenzo agachó la cabeza pensativo, llevó las manos a los bolsillos y luego miró a Demie con cierta curiosidad. -¿Has sabido algo de Enzo? -preguntó buscando la mirada de Demetria, pero ella evitaba mirara a los ojos de personas cuando tenía que hablar del padre de su hijo. Era como escondía su dolor. -Lo único que sé sobre Enzo es que su cobardía no tiene tamaño. Así que poco me importa lo que será de él o cómo esté. Todo lo que pueda estar viviendo es una consecuencia de sus propias decisiones. -escupió Demie dándole la espalda y fue a buscar a su hijo para jugar con él y con Nayla. Ella se centraba únicamente en continuar con su vida y seguir adelante por su niño, para no volverse loca con el dolor de las cicatrices que habían en su corazón. En