Un amor que nació del Mediterráneo —Te amo Nayla, pero no como atarme a ti ahora en Santo Matrimonio. Tampoco creo que sea buena idea revelarle a todos que somos novios. —esclareció Alessandro con firmeza y Nayla sintió una opresión extraña en su pecho. —Pero Lessan, yo acabo de entregarme a ti porque creía que esa sería tu decisión, que por eso querías que te entregara mi virginidad. Por lo menos eso es lo que me decía mi mamá... —Por favor Nayla, que pensamiento más anticuado, nena. —gruñó Alessandro molesto. —Te conozco desde que éramos unos niños jugando en estas aguas y jamás se me pasó por la cabeza que fueses la típica niña enamoradiza y poco moderna. Nayla no pudo contener una lágrima por la manera como Alessandro le estaba hablando, ella se sentía confundida. —Lessan yo te am