Capítulo 16: La investigación

1543 Words
POV Aria “Estoy enfermo” sus palabras resonaban una y otra vez en mí cerebro. Quería comprenderlas, entenderlas pero no podía. Era sumamente extraño que nos enfermaramos y por lo general siempre estaba relacionado más a los venenos que algo propio de nuestro cuerpo. -¿Cómo es posible? ¿Qué es lo que tienes? ¿qué podemos hacer?- me sentía histérica, angustiada, las preguntas se agolpaban una tras otra en mí mente como una catarata que no deja de fluir. El pánico comenzaba a extenderse por cada resquicio de mi cuerpo. - Tranquilizate Aria- susurro mientras me abrazaba y su aroma calmaba solo un poco. – Cada vez que sucede algo de gravedad mí lobo, Blade, se torna incontrolable, sus ansias de destrucción son tales que mí parte humana no puede controlarlo. Si llego a trasformarme luego pierdo la conciencia y hasta que él no lo decida, no puedo volver a mí forma humana. Hay algo en mí sangre…. Fui con muchos sanadores y brujas y recientemente una de ellas dijo que es una maldición que me llevará a la locura y que si sigo transformandome, perderé por completo mí humanidad. Cuando sentí la traición mediante el vínculo, estaba con mí padre y él tuvo que someterme a la tortura constante de su comando, y aún así los lastimé, destruí todo lo que pude. - Pero durante mí transformación pudiste volver a ti sin problemas ¿Cierto?- pregunté con dudas ya que solo recordaba solo fragmentos por estar mayormente inconciente. -Me calma tu cercanía, todo se siente en paz cuando estoy a tu lado. – respondió mientras me depositaba besos en el cuello que me alejaban de todo pensamiento racional. “hay que marcarlo” la voz de Irina se colaba en los resquicios de mí mente. Ella estaba muy insistente respecto a eso y en su voz existía algo más que anhelo, había ansiedad. “¿Tu sabías sobre lo que está ocurriendo?” inquiri pero temia la respuesta. Sé que las parejas pueden comunicarse entre ellas, dejando de lado las partes humanas. “tu silencio solo confirma el hecho de que lo sabías. ¿Qué más me estás ocultando?” Estaba muy molesta. Mi propia loba me ocultaba información. “ aún no puedo decírtelo” replicó compungida. “entonces no me hables” rugí enfadada. _ ¿Qué sucede? – preguntó Ivar notando que mí cuerpo se había tensado y que emitía constantes oleadas de enfado. - Mí loba me oculta cosas, creo que ella y tu lobo han hablado y pueden tener respuestas de lo que te está pasando, pero no quiere decírmelo. Y asumo que si me oculta esto, debe hacerlo respecto a otras cosas también- me dolía la cabeza porque cada vez teníamos más problemas y menos soluciones y la impotencia era un sentimiento horrible e incómodo. - ¿TE está instando a marcarme, cierto? -su pregunta me sacó de mis cavilaciones - ¿tu lobo te lo dijo?- si bien lo formulé en forma de pregunta, sabía bien la respuesta. - Lo hace. Pero trato de no escucharlo. Se lo que yo quiero en mí futuro y eres tu, nada me haría más feliz que llevar tu marca en mí cuello y dejar la mía en ti, pero sé que no estás segura sobre nosotros. Una vez que eres marcado, solo la muerte rompe el vínculo. - Tenemos que averiguar lo que nuestros lobos están ocultandonos, aunque no sepa cómo. También sobre la enfermedad producto de la maldición de tu sangre, también sobre mí lobo y como protegerme…. Todo es demasiado… - No llores – los dedos de Ivar emitían pequeñas chispas mientras limpiaba lágrimas que ni siquiera me había dado cuenta de que estaba derramando.- sé que es demasiado, pero nos apoyaremos en nuestras familias, investigaremos en otras manadas, buscaremos más brujas. Haremos las cosas juntos, yo estaré para ti y tu para mí y podremos sortear las dificultades. Solo asentí mientras intentaba recuperarme del llanto. Quería tener la misma confianza que Ivar emanaba, pero no la tenía. Tendría que apoyarme en él. - Hablaremos con mí padre y quizás nos oriente un poco más en la búsqueda- me tendió su mano y la tomé. Nuestros problemas nos rodeaban y agobiaban pero nos teníamos el uno al otro. Luego de conversar con su padre, él sugirió que podríamos investigar en la biblioteca del consejo de ancianos de la manada porque ellos guardaban papiros y escritos de experiencias tanto de nuestra manada como de otras y sin perder el tiempo, fuimos hacia allí. El consejo de ancianos de la manada se hallaba bastante lejos del centro y jamás había puesto un pie allí, como la gran mayoría de las personas en la manada. En lo profundo de una montaña, oculta por la niebla y el silencio, se encontraba una Cueva. se decía que era un lugar sagrado donde los ancianos de la comunidad se reunían para estudiar y ayudar en la toma de decisiones a nuestro Alfa en pos de la mejora de nuestro pueblo. La entrada a la cueva era una abertura estrecha en la roca, casi invisible para el ojo no entrenado. Solo aquellos que conocían el camino podían encontrarla. Una vez dentro, un pasillo estrecho y sinuoso conducía a una cámara amplia y circular, iluminada por antorchas que parecían arder con una llama eterna. Las paredes de la cámara estaban adornadas con símbolos y pinturas que representaban la historia y la sabiduría de nuestra manada. Pero también había escritorios de madera antigua y grandes estanterias repletas de libros antiguos, papiros y hojas cuidadosamente ordenadas. En el centro de la cámara, una mesa de piedra circular, pulida por el tiempo y el uso, era el lugar donde el Alfa y los ancianos se sentaban a deliberar. El consejo estaba formado por cinco antiguos lobos que dedicaron sus vidas a viajar y estudiar para poder llegar a este puesto. Ser un anciano implicaba una serie de sacrificios que no cualquiera estaba dispuesto a hacer, como por ejemplo renunciar al vínculo de pareja. -Futuro Alfa, su padre me expreso el deseo que usted y su compañera destinada puedan investigar en nuestros escritos- dijo el único anciano que se hallaba en la cueva. No parecía demasiado viejo como para considerarse anciano, algunas canas comenzaban a cubrir su cabello colorado y se lo veía bien físicamente aunque estuviese vestido con una túnica blanca y suelta hasta los tobillos. - Gracias anciano Pedro, precisamos investigar sobre distintos asuntos y veo que todo aquí es bastante ordenado, así que no se preocupe, buscaremos nosotros mismos la información que precisamos. - Como usted desee, futuro Alfa- el anciano procedió a volver a sentarse en su escritorio y continuar absorto a su tarea. Ivar y yo nos separamos para agilizar la búsqueda del material, aunque estaba todo sumamente ordenado, tenía la certeza que esto nos iba a llevar mucho tiempo. Mi mente divagaba y entonces un libro, cuyo lomo no tenía rótulo alguno, de un color que seguramente ataño sería rojo, me llamó la atención. Como si una fuerza invisible me instase a tomarlo. Mis dedos recorrieron su lomo y algo se agitó en mí interior mientras un escalofrío recorrió mí espalda. "magia" murmuró mí loba, que se había quedado callada desde nuestra pelea horas antes. Era extraño, ningún lobo podía sentir la magia. Lo cogí en mis manos y se sentía sumamente liviano aunque era un libro bastante grande. - Sobre bendiciones y maldiciones- La tipografía cursiva entintada se notaba antigua al igual que las hojas amarillentas producto del paso del tiempo. No tenía un autor, pero mis dedos pasaron las páginas como si tuviera vida propia hasta la página cien. Mí corazón comenzó a latir demasiado rápido y temía que Ivar sintiese mis emociones desbordarse, mis dedos temblaban bajo el título que podía tener una respuesta a alguno de nuestros dilemas: "Maldiciones de sangre" "léelo" la voz resonaba en mí cabeza pero no era la de Irina y tampoco la mía interna. Pero las páginas siguientes estaban sin escribir y me hallé frustrada. ¿Qué clase de broma era está? "debes pagar el precio para leerlo" la voz volvió a hacerse presente y exigente, pero extrañamente no tenía miedo más allá de la rareza de toda la situación. "¿cuál es el precio?" pregunte en mí fuero interno "sangre para y por la sangre" La voz era críptica en sus razones, pero comprendí que quería de mí. Mirando hacia todos lados, extendí una de mis garras y presioné apenas la palma de mí mano, una gota cayó justo bajo el título y fue absorbida de inmediato por la hoja no dejando vestigio alguno de que lo hubiese manchado. "salvar a tu pareja", "lobo maldito", "ahhhh un lobo blanco, que sorpresa agradable" la voz en mí cerebro ahora estaba descontrolada y si pudiera la callaría, pero estaba demasiado concentrada en que ante mis ojos, la caligrafía comenzaba a aparecer y llenar las páginas que antes estaban vacías. Las páginas comenzaron a pasarse solas hasta llegar a las onceava maldición "Condenado a la destrucción del alma" Pronto descubriría que antes de que las cosas mejorasen, todo empeoraría.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD