POV Aria
Luchando contra los fuertes deseos de mí loba de dejarme llevar por lo que estaba sintiendo, lo apartó. Sus pupilas están completamente dilatadas y huelo su excitación. Negar que me afecta sería una hipocresía pero tampoco de derritiría por sus palabras bonitas.
- Debo comer e ir a entrenar. Quiero correr con mí lobo- le dije mientras pensaba que debería ser más fácil la segunda transformación y no tan dolorosa como la primera.
-No puedes transformarte libremente Aria - contestó y vi cierta tristeza en sus ojos, pero su afirmación me molestaba.
-No entreno hace unos días y necesito hacerlo, no puedo darme el lujo de no entrenar- replico molesta - no quiero ser un lobo debil.
-No eres para nada débil. Dije que no puedes transformarte libremente. Tu lobo y yo hermoso hablado…- comenzó a querer explicarse y lo frené en seco.
-¿Qué quieres decir?- gruñi molesta
-ayer te desmayaste Aria, pero tu eres un lobo Blanco, el único que existe - dijo y abrí mis ojos como platos. ¿Un lobo blanco? cuando chicos nos contaban sobre ellos en la escuela en forma de cuentos. Pero no tuve tiempo de analizarlo, porque Ivar siguió hablando- Hay quienes querrán matarte y otros querrán usarte hasta el agotamiento.- se notaba la ira en su voz, no dirigida a mi pero se notaba que la situacion lo molestaba.
-Yo… no entiendo- sentía que ya no tenía control de mí misma ni de mí vida. Estaba furiosa mientras mí loba e Ivar me intentaban calmar, pero todo lo que sentía es que mi vida se había destruído.
Una sola noche bastó para cambiarlo todo. Hasta ayer tenía novio, aunque iba a terminar con él, mí casa, mí familia. Y hoy estoy siendo sometida por un vínculo de pareja que no deseo con el chico que tenia como novia a mi acosadora personal, pero lo que mas dificil de poder asimilar eran sus afirmaciones sobre lo que conllevaba ser un lobo blanco.
- Quiero tener una vida -sisee. - no que tu decidas por mí. No tienes en cuenta mis deseos, ni mis sueños. Puedo rechaz…
Su mano tapó mí boca y sus ojos oscuros indicaban que su lobo estaba al mando ahora.
- No digas cosas innecesarias. Te estamos protegiendo. Los invasores vienen por el lobo blanco. Saben que están en esta manada pero nadie sabe que eres tu. Si tengo que protegerte a costa de encerrarte lo haré. No pruebes mis límites - gruño en mí rostro
Yo no soy una persona de llorar pero sus palabras desgarraron mí alma. Entendía que me quería cuidar, que su lado posesivo y protector lo instaba a hacerlo, pero yo me estaba ahogando con todo. Ya no tenía mí habitación donde refugiarme, no tenía nada.
- No llores por favor, no quiero que estés triste. Todo lo que hago, lo hago por ti- menciona mientras limpia mis lagrimas con sus dedos, enviando constantes chispas a mi ser.
- Nunca creíste en mí Ivar. Tienes tu vida hecha ¿No piensas en Lyra acaso?- quería ser hiriente con el, pero mencionar a Lyra solo provocaba dolor en mi y a mi loba gruñir de celos.
-Eres mí destino Aria. Luchar contra eso es en vano.- respondió con cierto cansancio.
- No me quieres por quién soy. Es el vínculo y no quiero que esto para mí vida.- y realmente pensaba que era una mierda que solo me quisiera porque así debía ser.
-Entonces danos una oportunidad. Conóceme- replicó con cariño.
Ivar siempre era altivo y serio. Jamás iba a mostrar un atisbo de debilidad y ahí estaba él parado frente a mí, emanando su tristeza, su esperanza y sus deseos porque yo le respondiera.
- Quiero que me cuentes porque estaría en peligro.- pedí cambiando de tema.
No le respondí pero supe que el comprendía que nos daría una chance, aunque tuviese reticencia sobre esto.
Me llevo a una oficina, que asumo era la suya y pidió que nos trajeran a comer aquí y allí me contó sobre los ataques de los invasores que habían mantenido oculto de la manada en general, que luego del último ataque ataque logro saber que el objetivo era secuestrar a un lobo blanco pero que aún no sabía quién estaba detrás de esos ataques. Me brindo el libro que estuvo leyendo y me explico porque los lobos como yo han sido cazados y asesinados.
Tenía el estómago algo revuelto por lo que contó pero ahora lo entendía un poco más. Todo se había complicado y sentía que mí vida no iba a ser nada fácil de ahora en más.
- Tiene que haber una forma de evitar que me quieran cazar por siempre. ¿Que tipo de vida seria si tuviese que estar escondida hasta el día que me muriese?- no quería estar triste y molesta por la abrumadora situación en la que me encontraba pero no podía evitarlo. Ivar se levantó rápidamente y me abrazo a pesar de que yo lo quise rechazar. Prontamente me encontré sintiéndome reconfortada y sin tristeza. Era el vínculo y lo sabía, pero aún así no me importaba.
Buscaremos más información y lo resolveremos. - No dejaré que nada te pase.- sus labios se posaron en los míos y sentí la electricidad invadir mí cuerpo. Podía deshacerme en sus brazos. Mí loba ronroneaba en mí cabeza, complacida. - si quieres entrenar, podemos hacerlo en el gimnasio cerrado. Tu y yo. En la escuela también entrenaras, puedes usar tu fuerza y tus sentidos, luchar en tu forma humana. Sé que empezamos mal, no quiero cortar tu libertad Aria, pero quiero que entiendas que tu protección es mí prioridad por encima de cualquier otra cosa. Ahora nos reuniremos con tu familia y la mía y planificaremos como seguiremos.
Una parte de mí se resistía a intentarlo con Ivar, pero la parte más racional entendía que tenía que cuidarme, que tenía que entrenar más duro, que tenia que investigar sobre si tenía algún poder y sobre todo buscar la forma de seguir con mí vida.
La nueva casa de la manada había sido recientemente remodelada y ahora era mas moderna pero diseñada para fusionarse con el entorno natural. Los materiales utilizados en su construcción fueron madera reciclada, acero inoxidable, vidrio y piedra y la forma de la casa, una serie de volúmenes conectados por pasillos y espacios abiertos, creaba un sentido de fluidez y libertad.
Tanto el comedor enorme como la sala eran el corazón de la casa. La Sala Común era un espacio central para reuniones y actividades comunitarias. Y La cocina, equipada con tecnología de vanguardia, era el lugar perfecto para compartir comidas y momentos de alegría. Pero mí mente estaba dispersa aunque hacía mucho tiempo no venía a la casa de la manada. Era irónico que ahora este era mi hogar.
Nos dirigimos hacia otra ala donde se encontraba una oficina mucho mas grande que la de Ivar y esta conservaba muchos detalles vintage de antes de la remodelación. Adentro ya se encontraba el alfa Karem y su Luna, Ella, mis padres, Lissa y Jeremiah y mi hermano, el futuro beta Josh.
Sin apartarse de mi, Ivar se sento a mi lado en el amplio sofá, pasando su brazo por sobre mis hombros ante la atenta mirada de sus padres.
- Durante la madrugada de hoy, Aria y yo descubrimos que somos pareja destinada, por lo que hemos aceptado el vinculo, también hoy obtuvo su lobo- comenzó diciendo Ivar mientras veia la expectativa en los ojos de los demas y mi ansiedad crecia. Él pareció sentirlo y me acercó mas aun a su cuerpo. - Ella es a quien buscan los lobos invasores- lanzó sin darle vuelta al asunto. Creó haber escuchado un jadeo. La habitación se llenó de murmullos y miradas curiosas. La madre de Ivar, una mujer elegante y fuerte, habló.
- ¿Qué significa exactamente?, ¿no estaban extintos?- podia notar la duda en su voz y creo que tampoco le hacia gracia que su hijo tuviese como pareja a alguien como - Significa que Aria es una loba especial que puede tener un don especial. Su pelaje blanco es un símbolo de su conexión con la naturaleza y su poder- contestó el padre de Ivar. Él también había estado investigando. Ivar se inclinó hacia adelante y expresó
- Y también significa que está en peligro. Hay aquellos que buscan explotar su poder y debemos protegerla- De su cuerpo emanaban olas de enfado y molestia, y chocaban contra mi. Queria tocarlo, consolarlo con mi roce, pero me contuve.l
- Estamos con ustedes - DIjo Josh de pronto - protegeré a m hermana con mi vida si es necesario.
Queria llorar por la muestra de afecto de mi hermano. Yo no era muy unida a él y siempre lo había metido en problemas, al igual que a mi familia con mi comportamiento, pero alli estaban para mí aunque yo no fuese realmente de su sangre. Mi mente divagaba, mientras se coordinaba como me asignarian guardias encubiertos y como mantendriamos oculto el hecho de que ya tenía mi lobo para el resto de la manada, asi como también el vínculo de pareja. Ivar gruñó molesto cuando su padre lo ordenó
- Tienes que entender que si saben que ella es tu pareja, llamarás la atención y no queremos eso. Necesitamos seguir investigando para evaluar nuestras posibilidades- el aLfa estaba tratando de ser razonable y también comprensivo con su hijo.
- ¡ELLA ES MIA!- Ivar gruñía y me abrazaba fuerte y posesivamente y en cierto punto me pareció incluso adorable, aunque al fin y al cabo era el vínculo de parejas reclamandome.
- Nadie dijo que no lo fuera, pero sabes que hay que protegerla. Es la unica forma.
Ivar acercó su nariz a mi cuello, donde estaría su marca si yo le permitiese hacerlo e inhaló mi aroma, relajando sus musculos al instante. - aria es nuestra futura luna, es nuestra familia y no permitiremos que le suceda nada.- Concluyó el Alfa.
Me sentí abrumada por la cantidad de personas que estaban dispuestas a protegerme. Miré a Ivar y vi la determinación en sus ojos. Sé que me cuidaría pero mi mente era un torbellino de preguntas sin respuesta. ¿Quién estaría detras del ataque frustrado a la escuela? ¿Qué querrían de mi? ¿Cómo seguiiría con mi vida? pero todo eso quedaba en segundo plano cuando miraba a mi pareja ¿Qué querria con él? ¿Funcionaría entre los dos? ¿Podría llegar a amarlo y él me amaría mas allá del vinculo?