capítulo 10-Dia en la piscina

1288 Words
Cuando llegue a mi casa acompañada de Max me sentía como una intrusa en mi propio cuerpo, no podía terminar de procesar nada en absoluto. Acerque mi mano a la puerta para salir del carro cuando me sujeto la pierna haciendo que me quedara quieta en mi asiento, me giré hacia el sin soltar la puerta, sus ojos estaban fijos en mi, se veían tristes y temerosos. - Sofía no te hagas ideas precipitadas - ¡¿que no me haga?! ¿acaso hay alguna idea errónea? porque yo creo que solo hay una lógica muy clara si mi mama te pide ir a su cuarto cuando nunca antes lo he visto. - talvez quiere hablar de ti. - no creo que sea necesario decirlo de la misma manera en que ella lo dijo. Le di un manotazo haciendo que quitara la mano de mi pierna, baje del coche y me acerque a la puerta principal, metí la llave en el picaporte y empuje la puerta, apenas di un paso adentro mi mama salió de la cocina con su enorme sonrisa. Fruncí las cejas viendo cómo se acercaba a mí, me di la vuelta para ir a mi habitación sin darle tiempo de que me preguntara ni pio. Subí las escaleras a mi habitación y me quite la ropa que tenía, rebusque entre mis cajones el bikini que una vez use enfrente de él hace unos meses cuando vino por única vez para mi graduación. Es un bikini de dos piezas rojo, la tanga es tan diminuto que no deja nada a la imaginación, y el sostén me aprieta el pecho y hace que se vean más grandes mis tetas. Me mire en el espejo feliz de la figura que me forma. Me puse un vestido de playa n***o y agarre mi celular y le marque a Natalia mi amiga. Me respondió dos tonos después. - Hola mi amor ¿para qué me necesitas? ¿unos toqueteos o qué? -solté una risa - hola Nat. Mi mama lleno la piscina ¿quieres venir? -escuche como lo dudaba, pero yo necesito que ella venga- Estará mi tío. - estoy ahí en 5. -solté una carcajada cuando colgó la llamada, sabía que con eso iba a lograr que venga. Busqué el número de Diego, él me respondió en seguida, su voz sonó al otro lado del movió y sentí como mi estomago se removía, pero no de la manera en que a mí me gustaría. - Hola Sofia. -se escuchaba un poco agitado y mi cabeza empezó a maquinar algunas cosas, pero no sentí los celos me gustaría sentir. - Hola diego. ¿estas ocupado? - Estoy en el gimnasio. -mi celular vibro y vi que era una foto de él, estaba con una camisa de tirantes y estaba sudado y tenía una maquina con una pesa atrás de él. - ¿necesitas algo? - Quería invitarte a mi casa, mi mama lleno la piscina por la llegada de mi tío, va a ver Natalia. - Por supuesto, estaré ahí en una hora. Me despedí de él y colgué la llamada, deje mi celular en la cama y después de tallarme la cara varias veces salí de mi habitación, llegue al patio y sin hacer ningún ruido me asome hasta poder ver a mi tío, mi mama estaba cerca de él, de una manera que una hermana no lo estaría ni porque se llevaran de maravilla. Mi tío giro su rostro hacia la derecha y me tuve que ocultar un poco para que no me viera, mi mama le paso la yema de los dedos por el cullo hasta llegar a su pecho, Max era mucho más alto que mi mama y eso hacía que mi mama tuviera que ponerse de puntillas si quería acercar su boca a su cuello. Mi mama soltó una risa y puso sus manos en la cintura de mi tío y lo acerco a ella pegando sus pechos en el abdomen de él, mi mama tenía unos senos más grandes que los míos. - Hermana no hagas esto - lo hicimos una vez, una segunda no estará de más. - estábamos borrachos, no sabiamos lo que hacíamos- Le puso las manos en los hombros y trato de alejarla - no, tu estabas borracho, yo estaba en sí, tenía 17 Max, yo no tomaba. -me lleve la mano a la boca, ¿mi mama tenía 17 cuando lo hizo con mi tío? - Con más razón tuviste que haberme detenido. - no podría haberlo hecho, aunque me obligaran, sentir tus manos en mis pequeños pechos de ese entonces fue tan exquisito- Agarro su mano y la puso en uno de sus senos, mi tío dio un paso hacia atrás tratando de alejarse, pero mi mama no lo dejo. Mi cuerpo brinco cuando el timbre de la casa resonó en cada habitación, mi mama se alejó de mi tío caminando hacia donde yo estaba. Corrí hasta las escaleras y tras calmarme brinqué como si estuviera bajando, Mi mama estaba en la sala acercándose a la puerta. - ¿quién es cariño? - debe de ser Natalia, diego viene en una hora. -mi mama junto sus manos y con una sonrisa pregunto - ¿va a venir diego? que bueno cariño, me cae bien desde que vino tu tío no ha venido y eso que venía casi diario. -mi tío apareció atrás de mi mama y tuve que pelear con cada uno de mis instintos en no devolverle la mirada - ¿quién es diego? - es el enamorado de tu sobrina, un compañero de su escuela. -no es mi enamorado... solo nos besamos unas veces, pero no somos nada. Me acerqué a la puerta y la abrí, Natalia estaba con una sonrisa y apenas desaparecí de su camino su mirada cayo en mi tío, ella lo conocía desde que tiene memoria, solíamos quedarnos en casa de él cuando salíamos de la primaria. Natalia soltó un gritito cuando se acercó a él y lo abrazo, mi tío soltó una risa y le devolvió el abrazo. - Natalia, mira que grande que estas. - pues sí, ya tengo 20 siempre. - los 4 soltamos una risa, pero esa risa se cortó de golpe cuando mi mama corrió a abrazar a alguien que entro por la puerta que no había cerrado, me gire y a hi estaba diego. Su cabello estaba húmedo y despeinado tenía una mochila en la espalda y un ramo de rosas. Sentí que toda mi presión se despidió para darse un descanso en el suelo. - Pasa diego, no te quedes ahí afuera. -mi mama lo jalo de la muñeca hasta que lo dejo enfrente de mí, sus ojos me analizaron y tras un segundo me dio una sonrisa y tendió el ramo hacia mí. - ehhh... gracias- agarre el ramo y lo acerque a mi nariz, tenían un olor maravilloso. Diego se acercó hacia mí, puso una mano en mi cintura y rompió esos centímetros que nos separaban dejando un beso en mis labios. Me gire con los labios tensos y mi tío me veía como si me fuera a matar, diego se acercó a él y quise gritar y que la tierra me tragara. - Un placer, soy Diego, Sofia me ha hablado mucho de usted -estiro la mano hacia mi tío y con una mirada asesina la correspondió. - Max, y no es un placer. -se dio la vuelta y salió al patio. Mi mama soltó una risa - es un poco celoso con su sobrina no lo tomes personal. Dejé las flores en un jarrón y salí al patio con Diego, fue una pésima idea invitarlo a este día en la piscina.
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