Capitulo 8-Perdiendo la virginidad

1387 Words
Max me guío hasta su habitación, desde que el se había ido nunca había entrado a su cuarto. Siempre me quedaba en el que era mío, cuando se fue al día siguiente entre aquí y me sentí sola, llore toda la noche, era duro saber que no iba a estar aquí pero después lo fui superando. Su cama estaba muy bien acomodada. Su sobrecama era blanca con detalles grises. Sus almohadas dos grandes negras, otras dos grises y una más pequeña en color blanco, esa pequeña era mía cuando dormia con el aquí. - Recuestate en la cama y abre las piernas. Me subí a la cama y me puse en medio, abri las piernas lista para el. sentía mis nervios al máximo y el deseo apunto de explotar, se quitó la ropa quedando desnudo por completo, su m*****o está duro, erecto y rojo, me lamí la boca deseando tenerlo adentro robando mi virginidad. Se subió en la cama y gateo hasta llegar a mi cuello y pasar su lengua desde mi vientre hasta mis senos. - no tienes idea de cuántas veces te imaginé de esta manera... Dejo un beso en mis labios, le agarre del cuello y profundice el beso, quería más de el, todo lo que pudiera darme. Paso su mano entre nuestros cuerpos hasta llegar a mi entrada. Froto mi clítoris y mi cuerpo reacciono ante esa caricia. Rompió el beso y se sentó sobre sus pantorrillas viéndome desde la cima. Apreté mis senos y cerré los ojos cuando introdujo un dedo. Levanto una de mis piernas y depósito un beso en mi pie y en mi pantorrilla. - ¿estás segura que quieres esto? - nunca había estado tan segura en nada hasta ahora... Su sonrisa fue directo a mi corazón. volvió a acomodarse encima de mi cuerpo aguantando su peso con sus brazos a cada lado de mi cuerpo. - Esto te va a doler un poco pero trataré de que sea mínimo. - soy consciente de eso. Estaré bien, estoy en buenas manos -acaricie su rostro viéndolo fijamente a los ojos. Paso su brazo entre nuestros cuerpos una vez más, agarro su dureza y lo froto en mi entrada. - espera. Necesito un aceite, no te quiero lastimar. Se levanto de la cama y busco en su comoda hasta sacar un frasco pequeño con un líquido azul. Se acercó a mi y vertió un poco del líquido en mi v****a y otro poco en su dureza. Se acomodo entre mis piernas y con ayuda de su mano guío la punta de su polla a mi entrada. - relajate. No quiero que te duela. Mi pecho no dejaba de subir y bajar, saber que estaba apunto de hacerlo y con mi tío era algo que me tenía muy excitada. Una vez acomodó su punta en mi entrada volvió a acomodar su cuerpo encima del mío, puse mis manos en su espalda y pegue mi frente en el hueco de su cuello. Soltó un gemido y yo me mordí la lengua aguantando el dolor. Esto era horrible. Aprete mis dedos en su espalda y solté un quejido. - cálmate Sofía... - me lamió el cuello- esperare un poco para que te acostumbres para que pueda meterlo todo. - ¿no lo has metido todo? -solte sorprendida. Tire la cabeza hacia atrás sorprendiendome con que su mano me estaba sujetando la cabeza. - no. Solo llevo la punta -soltó una risa - dios.... me voy a romper. Max se rió. Me dio un beso en los labios y paso todo el peso de su cuerpo en un solo brazo, con su brazo libre empezó a frotar mi pezón y después paso a mi clítoris. Movio su cadera hundiéndose más en mi, cerré los ojos tratando de ignorar ese dolor punzante. - ¿quieres que pare? - no... tu sigue - bien... aguanta un poco más, solo falta la mitad. Asenti con la cabeza. Puso su mano libre en mi cadera y abrí los ojos viéndolo, su cabeza estaba agachada viendo ese punto donde nuestros cuerpos se estaban uniendo. Puse mi mano en su cabeza y eso hizo que el me viera, sus ojos estaban brillosos y teniwbuns ligera capa de sudor en la frente, su respiración estaba agitada - ¿estás bien? - le pregunto - eso te lo debería preguntar a ti. No llevo menos de la mitad y siento que te está dolinedo mucho. - estoy bien pero lo pregunto porque te vez mal. - es difícil contenerme cuando te tengo desnuda y estoy apunto de hundirme en ti. Depósito un beso en mis labios y regreso la vista a nuestras intimidades, movió más la cadera hundiéndose otro poco. Cerré los ojos y trate de calmar esa sensación de dolor. No puedo creer que esto duela tanto y que se tarde mucho en meterlo. - Max cuánto te mide... duele mucho -solto una risa - mide 28.5 centímetros -abri los ojos de golpe - ¿que? el promedio es de 14 centímetros. Tu eres el doble - lo siento Sofía ya no aguanto... solo falta un poco, déjame meterlo todo por favor. Cerros los ojos y se mordió la boca, sabía que lo estaba sufriendo. Le acaricie la mejilla y agarre su mano de mi cadera y la puse a un lado de mi cabeza, su frente sobre la mia. - hazlo... yo estaré bien. Acomodo sus piernas abajo de mis nalgas y con lentitud se hundió en mi, sentí como me partía en dos, como mi interior se acomodaba para darle la bienvenida y como su polla se acomodaba en mi interior. Una lágrima se deslizó hasta caer en su mano, abrió los ojos de golpe y se encontré con mi cara bañada en lágrimas. - no Sofía.. princesa lo siento mucho fui egoísta... -me limpio las lágrimas y dejo varios besos en mi rostro. - estoy bien... solo que duele mucho. - ¿lo saco? - no había respondido cuando sentí que tiraba su cadera hacia atrás y con mis piernas en su cadera volví a empujarlo. Solté un gemido involuntariamente. - Sofía te duele.... - estoy bien. Muévete por favor. Max suspiro pero hizo lo que le pedí, empezó a mover su cadera lentamente, dejando que me acostumbre y el dolor de alejara. Sus labios se cerraron en mi pezón y su lengua empezó a hacer su magia en mi seno, tire la cabeza hacia atrás y abrí más las piernas dandole mas acceso. - Mas... - mierda Sofía... Se quitó de encima de mi cuerpo sentándose sobre sus pantorrillas una vez más, me agarró de la cadera y empezó a moverse más rápido. Mis senos rebotaban por cada choque de mis nalgas con sus muslos. No podía dejar de gemir ante está sensación. Lleve mi mano hacia el abdomen de Max pero el me quito la mano y me puso los dedos en mi clítoris. - Tocate. Dale hazlo -cerre los ojos lista para empezar a darme placer pero senti su mano en mi cuello- no cierres los ojos. Mírame. Empecé a mover mis dedos en mi clítoris y solte un gemido fuerte. Cada vez se hundía más en mi. Con mi mano libre me toque los senos apretando mis pezones y frotandolod, arquee la espalda sintiendo ese cosquilleo en el cuerpo. Gemi fuerte y trate de alejarlo pero el no se quitó, me agarró las manos por arriba de la cabeza y siguió moviendose. - princesa... no sabes cómo espere verte así... - Max... es demasiado...-solte un gemido y trate de alejarlo pero era imposible. Movio más rápido las caderas haciendo que nuestras partes hicieran un sonido obsceno y vergonzoso. - Tío.. para... ya no aguanto.... Me soltó las manos y me agarró de las caderas, me jalo hacia la orilla y penetró mas fuerte y rápido. Mis gemidos eran variados con maldiciones y gritos pero siempre pedía más y que parará, no tenía sentido pero no quería que parará pero a la vez si. Sentí mi cuerpo temblar y como empezó a salir ese liquido. Max dio unas embestidas más hasta que salió de mi y se masturbo así mismo. Su semen salpicó hasta mis senos. - que maravilla -susurro una vez quedó de rodillas en el suelo y depósito un beso en mi intimidad
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