[Horas más tarde]
Después de haberme encargado de los documentos que debía enviar a Madrid, aquí estoy adentro del auto esperando a que ella salga del café. Sonrió al verme en esta situación nuevamente y es que me siento como aquel chico que iba a buscar a su noviecita cuando iba a la escuela. Pensé que nunca más mi corazón iba a latir de esta manera, pero aquí estoy nervioso con el solo hecho de saber que la voy a ver de nuevo «¿acaso es normal todo esto?» me pregunto y de repente, cuando la veo salir, me quedo sin aliento.
—¿Cuándo te has cambiado de ropa?— Digo a la nada y me quedo como un tonto mirando la manera que le queda ese corto vestido rojo con flores en tonalidades diferentes.
Sigo observándola y noto como ella se asusta cuando una moto se detiene enfrente suyo. Da dos paso
