Prefacio

662 Words
Todo marcha bien hasta que de repente deja de hacerlo, la vida te pone a prueba y las cosas simplemente se pierden, dejan de existir como las conocías, para pasar a ser algo caótico. ¿Qué harías si tu vida perfecta se convirtiera en una pesadilla? ¿Si el hombre que amabas te traicionara con tu amiga y luego te pidiera que abortases a su hijo? ¿Si tuvieras que huir de tu pasado y empezar de cero en un lugar desconocido? ¿Si te encontraras con un hombre que te desafiara, te irritara y te atrajera al mismo tiempo? ¿Si tuvieras que enfrentarte a tus miedos, a tus secretos y a tus sentimientos? Tenía un buen trabajo como abogada, una casa bonita y un marido que me adoraba. O eso creía yo, hasta que descubrí que me engañaba con mi amiga. Fue el peor día de mi vida, y lo que vino después fue aún peor. Desde del día que los descubrí, toda mi vida se convirtió en un caos, no me siento feliz con lo que hice, no creo que pueda hacerlo, no había forma en que aquello pasará, pero estaba devastada, mi alma dolía y que me pidiera que abortara después de enterarme que al fin estaba embarazada, me hizo tomar la decisión más drástica de mi vida. Ahora, después de huir por todo el mundo, mi pasado estaba frente a mis ojos, colisionando con mi presente para arruinarlo todo. — Mis hijos vuelven conmigo —negué. — No, eso no va a ocurrir, no mientras yo viva —sonrió. — Creo que eso se puede solucionar. Sentí mi sangre drenar por completo, no podía creer que aquellas palabras estuvieran saliendo de su boca, no lograba entender como el hombre que amé durante tantos años, que dijo que me amaba, fuera capaz de decirme algo así. Él hombre que me amo, el que, según él, lo era todo en su vida, me quería muerta. Mentiras, siempre fueron mentiras. Ahora demostraba que yo nunca fui importante para él, porque no me miraba de esa forma, no como al principio, o quizás siempre se trató de fingir. Porque ahora, él me observaba como si fuese el enemigo, y yo no entendía que era lo que hacía aquí, no entendía cómo fue que termino encontrándome cuando nadie sabía dónde me había ido. — ¿Qué se supone que haces aquí? —sonrío y pensó un momento antes de abrir su boca. — Tendría que preguntar exactamente lo mismo —se acercó y me aleje —resulta que, dije, de manera muy clara, que no quería esos niños —los apunto con el dedo. — No los señales —gruñí —no te atrevas a poner ni un solo dedo en su dirección, son mis hijos. —sonrió. — No, son nuestros hijos, —sonrió ladino —Estoy seguro que fue gracias a que no te puse la pastilla anticonceptiva en la comida de la mañana, esa semana estuvo complicado, te ibas antes del desayuno —suspiro —Eso no importa. — ¿Qué hiciste, qué? —me ignoró. — Tú decidiste tenerlos igual, así que, ya que has usado mi esperma para tener mis hijos, sin mi consentimiento, puedo decidir llevármelos conmigo tranquilamente —negué varias veces. — Tú me dijiste que los abortara, fue mi decisión traerlos al mundo y no te he pedido nada, no quiero nada tuyo —di un paso —Así que no, no te los vas a llevar, porque jamás los quisiste, no te lo vas a llevar porque son mis hijos no tuyos. — Tienen mi ADN Lola, será mejor que te corras o mis pequeñas palabras se convertirán en verdaderas en este momento. — No vas a tocar a mis hijos —apreté mis puños —ni ahora ni nunca. — ¿Lola? La otra voz me hizo temblar, no solo porque escucho todo, sino que también acababa de descubrir mi verdadero nombre.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD