Esteban — Bien mocosa, traté de ser lo más empático posible contigo —sacudí las manos —visto y considerando que no se puede, será mejor que te largues ahora mismo o me encargaré de que pases una linda temporada en la prisión, ¿Quedó claro? Mi tono salió cargado de amenaza algo que la hizo ponerse prácticamente en cuatro, tomar barro con sus manos y lanzarlo repetidas veces cómo lo haría un niño en una piscina. Traté de alejarme, pero se arrastró a la orilla mientras que el agua comenzaba a caer desde un cielo, cuando tocó el pasto, se apoyó firme y se levantó después simplemente se inclinó hacia un lado tomó barro y me lo volvió a lanzar. — Yo creo que, en vez de gruñón, estás mal follado —tiró de vuelta mi cara. —Idiota. — ¿Mal follado? —trate de agarrarla —¿Y a ti qué carajo t