Lola La vida podía ser buena o mala todo depende de cómo se la mira, mi viaje a Málaga trajo consigo no solo un nuevo comienzo, sino nuevas personas, desde que me subí a ese avión, todo, exactamente todo, cambió. Quizás hasta ese momento lo único que pensaba era que mi vida se había arruinado gracias a Marc, pero resulta que conocí a alguien que parecía ser un ángel caído del cielo, en el asiento del avión, en el asiento número quince, se encontraba la persona que iba a cambiar mi mundo de una forma fascinante. Marcelo fue lo que se conoce como aquellas llegadas inesperadas, su cabello castaño, los ojos achocolatados y el cuerpo como modelo, me dejaron fascinada, todo lo que era parecía haber sido sacado de un catálogo de hombre ardiente. Quizás en algún punto fantasee en que él y yo p