POV Knox
— ¿Cómo dices?
— Lo que acabas de oír, y aunque sea mi hermano, yo no voy a encubrir sus malos actos, y como tienes un hijo con Elena, creo que mereces saberlo.
Así que, mientras Elena venía a mi consultorio a implorarme que la amara y correspondiera sus sentimientos, iba a otro lado a besarse con un hombre casado. Esta mujer no tenía miedo ni a Dios.
Sin embargo, aquella información que me dio Lucía sería suficiente para encararla.
—No puedo creer que Filipo sea tan estúpido como para caer con esa mujer —comento.
—¿De verdad tú vas a decir eso?
—E-espera…
—Está bien, no tienes que dar explicaciones. Al parecer los hombres pierden la cabeza ante el mínimo coqueteo.
—¿Debo tomar eso como un insulto? No me parece que me compares con Filipo.
—El que se está comparando eres
