MARION La reputación como buena abogada comenzaba a surtir efecto en su vida profesional. Nunca, desde que tenía memoria, se imaginaba que algún día podría llegar a destacar y ser una abogada exitosa. Después de todo, siendo la hija de una señora de limpieza su futuro no sonaba muy prometedor, sin embargo, en sus manos estuvo el cambio. Faltaba mucho camino por recorrer, pero al menos en su corta vida profesional las propuestas para trabajar en una firma grande comenzaban a llegar y eso le daría más prestigio. — Me agradó mucho la visita del señor Landos —le dije a Selene que estaba dando pequeños brinquitos de emoción por toda la oficina— fue una plática con muchos frutos. — Me alegra mucho saberlo ¿Lo verás de nuevo? —me veía con una mirada esperanzadora. — Me temo que sí. No se p