Luego de rebuscar en los cajones pulcros y aburridos, encontró algo de ropa, aun cuando era de Lucifer prefería estar vestidas antes que verse en ropa interior, la tela de la prenda era muy suave y fina al tacto con su piel, una camiseta blanca y un pantalón de mezclilla, a modo de pijama pues va muy bien y al regresar a la cama se acurruco en el medio de la misma cubriendo su cuerpo con las mantas, hacía demasiado frío en ese lugar, estaba cansada y apenas se había movido un poco y ni hablar del malestar; si bien su cuerpo estaba “sano” físicamente, el cansancio, estrés y todo lo que tuvo que vivir la han desgastado en todo sentido. Aún sentía algunos mareos, con el tiempo el malestar irá desapareciendo o eso le ha comentado el pelinegro. Su mente revive una, otra y otra vez el momento en