CAPÍTULO VI
Por un momento reinó un estupefacto silencio. Entonces el Capitán Vestey exclamó:
—Es absurdo! ¡Es injusto! No puedo imaginar que alguien haya sido capaz de hacer una cosa así.
—La cuestión es… ¿qué puedo hacer?— preguntó el Marqués con amargura.
—Eso es obvio. Tienes que seguir adelante— dijo el Capitán—, y hacer lo que ella exige. Después de todo, seis meses no es mucho tiempo.
—¿Y te imaginas que podría mantener en secreto la historia de mi matrimonio?
—¿Quién lo conoce por el momento? Sólo los sirvientes y ellos son demasiado leales para hablar. ¡Lo sabe Smithers, desde luego! Pero seguramente él comprenderá que no sería nada ventajoso para ti que se supiera que te habías casado unas horas antes de la muerte de la Marquesa. No será difícil convencerlo de que será mejo
