—Es muy agradable tener aquí a Su Señoría de nuevo— le dijo Groves, el ayuda de cámara—. Milord pertenece a Windle Court y no hay mejor sitio en el mundo que el hogar. El Marqués, preocupado como estaba, le contestó sólo con monosílabos; pero Groves llevaba en la casa los años suficientes para considerarse casi m*****o de la familia, y tomarse ciertas libertades. —Ahora lo que tiene que hacer, señorito…, quiero decir, Milord, es ver a la gente que le admira tanto y no dejó de rezar por usted, durante los años que estuvo en la Guerra. El Marqués respondió con un murmullo y Groves prosiguió: —En el pueblo, le quieren como si fuera hijo de cada familia, pero si hay una persona que esperaba ansiosa su retorno, es la señorita Sedela. Milord sabe a quién me refiero, ¿verdad?, a la hija del G