—Hanna, ¿Qué haces aquí? —exclamó Zack mientras salían del elevador a la planta baja
Lilah bajó la mirada, sintió que temblaba, un montón de recuerdos del ayer golpearon su mente, ¡Era esa mujer! Pero, pronto dudó, excepto cuando cruzó con la mirada verde esmeralda de Hanna, entonces no tuvo duda, esa mujer era La Signora, la proxeneta que la había ofrecido un millón de dólares, y a su mente vino Reina, quizás esa mujer sabía sobre ella, y su horrible muerte, pero una peor idea cruzó a su mente, que la reconociera, que dijeran a todos que ella fue una prostituta
—¿Quién es ella, Zack? —espetó incómoda
—Ah, sí, ella es Lilah Safia, es nuestra jefa de Recursos humanos, Lilah, ella es mi amiga Hanna
—Mucho gusto, ya debo irme, señor Reagan.
—Yo te llevaré —dijo con rapidez y Hanna le mir
