Rowan
Veía venir esto. Amé a Mica, con todo mi corazón, él me mostró un mundo hermoso y bello pero yo no soy lo suficiente para estar a su lado. Lo supe desde el primer momento que él se acercó a mí.
Mica es un ángel, él está destinado a vivir bajo el cielo hermoso pero yo cargo una maldición, la magia oscura tomó mi cuerpo y eso solo lo sabían mis padres.
Disfrute mis años casado con Mica pero ahora que traje a Jennifer puedo hacer que me odie y me olvide, no quiero que sufra pero sufrirá más si no hago esto. Si muriera a su lado sé que jamás podrá amar a alguien más.
Cuando el príncipe Jackson entró a la sala del trono lo supe. Mikael lo veía con amor y un profundo cariño, solo necesitaba que ellos pasarán más tiempo y funcionó porque así se amaron.
Este es mi adiós Mica.
Ahora puedo morir en paz sabiendo que tu hermosa sonrisa será protegida por alguien más, alguien que merece caminar a tu lado.
……………………………………..
Rowan miró el palacio con una sonrisa cargada de nostalgia por lo que no se dio cuenta del odio en los ojos de Jennifer.
Mikael se relajó en su trono mientras que Jackson se acercaba a él con una ligera sonrisa adornando su rostro.
- ¿Estás bien? – le preguntó el rubio.
- Mejor que nunca, es como su me hubiera quitado un peso de encima.
Jackson sonrió mientras se arrodillaba frente al castaño y tomaba su mano, dejó un beso sobre el dorso y lo miró con cariño.
- Ahora que eres libre. ¿Me concederías el honor de ser tu esposo emperador Mikael Sallow?
Mikael sonrió con cariño.
- Por supuesto príncipe Jackson Dawnless.
- ¡Al fin! – exclamó Peter mientras los demás asentía felices.
Mikael sonrió. Atrajo con fuerza al rubio y beso sus labios con cariño y anhelo.
- Te amo Jackson.
- Te amo Mikael.
Todos estaban realmente emocionados por el compromiso de su emperador ya que los dos no tardaron ni un momento en anunciar tal acontecimiento a todo el reino. Nadie se quejó tampoco al escuchar que Rowan había sido desterrado junto con su amante, aunque no lo mostraran estaban felices por eso porque su querido castaño debía de estar feliz y nadie podría quitarle su lugar.
………………………………………………….
Las semanas pasaron tranquilas entre la organización de la boda y futura coronación de Jackson ya que se convertiría en el rey. El rubio se había dedicada a aprender todo acerca del reino de Mikael. Scott y los demás le eran de gran ayuda.
Los prometidos solo se ven en la noche en su habitación, ya que comenzaron a dormir juntos una vez que anunciaron su compromiso. El rey Isaac junto con su emperatriz Allyson irían a la boda con orgullo según lo que le había dicho Jackson ya que él se había encargado de mandarle cartas a su hermano.
Mikael se encontraba sentado detrás de su escritorio, había anochecido mucho antes de lo que imaginó pero estaba perdido en su trabajo. Había movimientos sospechosos por el palacio y no sabía de donde venían así que tenía que solucionarlo antes de su boda con su príncipe.
La puerta de su oficina fue tocada.
- Adelante.
Un hombre de cabello castaño de ojos azules, vestido de mayordomo entró con un bandeja con algunos aperitivos y una taza de café.
- Adam, es bueno verte.
- Le traje un bocadillo. Todos estamos preocupados por ustedes, debería de descansar más.
- Ya sabes que tengo que encargarme de ciertos asuntos. – le respondió Mikael levantándose de su silla, se acercó al hombre y palmeo su hombro con cariño.
- Lo siento tanto majestad. – dijo Adam con lágrimas corriendo por sus mejillas mientras apuñalaba al otro.
Mikael escupió sangre mientras se recargaba sobre Adam.
- ¿Tiene a tu familia esa persona?
- Si majestad, tiene a mi esposa e hijos. Yo no quería hacerle daño pero solo quería mantenerlos a salvo. – dijo Adam entre sollozos.
- Adam te voy a dar dos opciones. – le costaba más trabajo mantenerse de pie, estaba perdiendo demasiada sangre – Puedes irte de aquí y decir que has hecho un gran trabajo o puedes dejar que te encierre y tendré a tu familia aquí para el amanecer.
- Me quedaré su majestad.
Mikael sonrió.
- Los guardias no tardan en venir, puedo escuchar los pasos de Scott. ¿Quién te ordenó hacer esto?
Adam se acercó a la oreja del otro y susurró un nombre que hizo sonreír con odio a Mikael.
La puerta fue abierta por Scott que abrió los ojos impactado al ver a Mikael en el suelo cubierto de sangre con un cuchillo en su costado, su piel estaba demasiado pálida y Adam se mantenía a su lado tratando de parar a la hemorragia aunque era difícil sin quitar el cuchillo.
- ¡Maldito bastardo! – exclamó Scott tratando de atacar a Adam pero Mikael sostuvo su mano – Mica.
- Necesito que pongas al equipo especial a andar, quiero que la familia de Adam este aquí al amanecer. Se los llevaron. – tosió más sangre – Enciérralo pero no le hagan nada.
- Ya escucharon al emperador. – dijo Scott mientras quitaba el cuchillo del castaño.
- Mica. – gritaron Liam y Jordan astados al ver a su hermano en ese estado, el castaño solo les sonrió para calmarlos.
Jackson pasó a su lado apresurado tomando la mano de su castaño mientras dejaba que Scott revisará la herida. Kira llegó también con un botiquín.
- Bien, me encargaré de su herida pero necesito llevarlo a la enfermería donde tengo todo lo necesario para ver si no cortó o perforó alguno de sus órganos. – ordenó Kira.
Jackson no tardó en cargar a Mikael con cuidado y correr a la enfermería mientras los demás solo lo siguieron y después quedarse fuera esperando que su emperador estuviera bien.