- Ya habían pasado un par de horas y el doctor no salía; en la sala de espera se encontraba Piero, Stella, Santiago, Lorenza y Fabrizio. Todos esperaban por buenas noticias, Lía se sentía sumamente nerviosa, deseaba tanto que Leandro despertara, aunque su matrimonio era un acuerdo y ella en realidad quería ayudar a los Fontana, durante ese año había cuidado de Leandro como toda una esposa amorosa.
_ Estás bien Lía?.
_ Estoy un poco nerviosa mamá, que pasará cuando él se entere de este matrimonio.
_ Hija, él lo va entender, todo fue con el fin de ayudar a ambas familias.
_ Cómo estás tan segura de eso?.
_ Tú estás segura que en realidad ese es el único tema que te preocupa?. Hija te conozco y he visto tu dedicación a Leandro.
_ Estás mal interpretando las cosas mamá, yo solo quería ayudar a los Fontana, ellos son buenas personas.
_ Lía, sabes que tanto tú cómo Leandro pueden terminar este matrimonio si a alguno no les parece. Es eso lo que en realidad te preocupa?.
- Lorenza había notado como Lía miraba a Leandro, en sus ojos había ilusión y ahora se veía su temor, pero a pesar de que Lía sabia bien a qué se refería su madre, en realidad ella no tenía miedo que ese matrimonio se terminará, lo que en realidad le preocupaba era que las cosas se malinterpretaran, Leandro realmente le importaba pero no lo obligaría a seguir ese matrimonio si él no lo deseaba.
_ Piero, Stella, Lía.
- El doctor había salido y por fin informaría sobre la salud de Leandro. El doctor Teo se había hecho buen amigo de los Fontana pero en especial de Lía, a él le parecía una mujer hermosa he inteligente, veía como cuidaba a Leandro así que sabía lo importante que era para ella saber que por fin había despertado.
_ Teo, por favor dinos cómo está mi hijo.
_ Señor Fontana, Leandro ha reaccionado bien. En este momento se encuentra muy confundido y su cuerpo aún tardará en reaccionar, necesitará de terapias para recuperar la fuerza y movilidad de su cuerpo, pero apresar de todo su hijo podrá tener una vida normal.
_ Puedo pasarlo a ver?.
_ Por supuesto señora. En este momento le están retirando los suministros, después será trasladado a otra habitación con supervisión especial, les avisaré cuando se encuentre en su piso y puedan pasar a verlo.
_ Gracias Teo.
_ Creo que no es a mí a quien tienen que agradecer.
- Teo fijo su mirada en Lía, todos en esa sala sabían que ella se había dedicado al cien por cierto en el cuidado de Leandro.
_ Eso es verdad mi niña, gracias por cuidar con tanto amor a mi hijo.
_ Yo no hice nada, no tiene que agradecerme señora Stella.
_ Claro que sí hiciste y mucho. Está familia te debe mucho, nadie hubiese cuidado así de nuestro hijo, tenía razón mi hermosa Stella, eres una luz en nuestro camino.
- Lía no sabía que decir, en realidad sentía que no había hecho algo extraordinario.
****
- Leandro ya se encontraba en su habitación, el Doctor Teo ya le había explicado de su condición y ahora esperaba ver a su familia y a su gran amor, se sentía seguro de que Francesca estaría también ahí.
_ Hijo!.
- Stella había sido la primera en entrar, detrás de ella venía Piero. Ambos sentían una emoción inexplicable; después del accidente todos les decían que se dieran por vencidos, que Leandro no tenía esperanzas y jamás despertaría, los únicos que los habían apoyado durante todo ese proceso eran los D' Marco, incluso Santiago había traído a los mejores médicos para atender a Leandro y fue así como conocieron a Teo.
_ Ma...
_ No te esfuerces hijo, el doctor ya nos explico que que también necesitarás terapia para poder hablar.
- Leandro trato de sonreír pero sus músculos faciales le dolían, tampoco podía articular de manera adecuada, pero aún así logro pronunciar el nombre de Francesca.
_ Fran ces...
- Stella se dió cuenta de quién se refería, ya se había olvidado de Francesca y también de Flavio, aunque sintiera rabia de recordar lo que le habían hecho a su hijo, sabía que ese no era el momento para hablar de ello.
_ Hijo en este momento solo te tienes que preocupar por recuperarte, después hablaremos de lo demás y podrás ver a quien quieras.
****
- Lía había salido a respirar aire fresco, aún se sentía nerviosa.
_ Pensé que pasarías con los Fontana a ver a su hijo.
_ Teo!. Creo que lo mejor es que ellos lo vean primero.
_ Entiendo... Puedo saber porque estás tan nerviosa?.
_ No estoy nerviosa, solo me tomo por sorpresa todo esto.
- Teo podía comunicarse perfectamente con Lía, era un increíble doctor y tenía conocimiento sobre muchas cosas incluyendo el lenguaje de señas. Los últimos meses había seguido el padecimiento de Lía, tristemente para él no había encontrado una "solución" pero había tenido la fortuna de escuchar en varias ocasiones el delicado susurro que Lía emitía. A él le gustaba pero tenía claro que no tenía oportunidad, ella era casada y podía notar el amor que le tenía a Leandro.
Después de un rato Lía decidió subir a la habitación donde se encontraba Leandro, desde lejos vio a Stella y a Piero platicando y sonriendo mientras que Leandro los miraba con atención.
_ Deberías también acercarte.
- Lía volteo a ver a Fabrizio.
_ Tú sabes que no es tan sencillo Fabrizio, él ni siquiera me conoce.
_ En algún momento se lo tendrán que decir, además por lo que sé Stella quiere que sigas a su lado durante sus terapias.
_ Eso es porque ella me tiene mucho aprecio, pero ni siquiera podré comunicarme con él.
_ Eso no es excusa, Leandro podría aprender a hablar contigo como todos nosotros lo hemos hecho. No es tan difícil, incluso yo lo aprendí.
_ Tú aprendiste porque querías quedar bien con mi hermana.
_ No te negare que eso también influyó.
- Fabrizio sentía un enorme cariño hacia Lía, sabía que estaba en una posición difícil pero creía que su amigo entendería el porqué terminaron pasando así las cosas, además sabía que en algún momento tendría que ver la verdadera cara de Francesca.
Leandro volteo a sentir que había alguien el pasillo, apenas logro sonreír al ver que su gran amigo Fabrizio se encontraba ahí pero también se percató que hablaba con una hermosa pelirroja, ella le hacía señas y parecía que se trataban con confianza. Por alguna razón se sintió extraño y tuvo curiosidad de saber quién era aquella mujer.
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