Una noche ella llegó como de costumbre, pero se dio cuenta que había muchas personas en la casa y no veía a Liam por ninguna parte, todos eran adultos, tenían la música a todo volumen y estaban consumiendo drogas y alcohol, se acercó sigilosamente hasta el tarro de la basura e intentó sacar algo de reciclaje cuando unos hombres la abordaron.
-Oye, esta es una fiesta de adultos aquí no se permites niños y menos mugrosos como tú ¡LÁRGATE DE AQUÍ!- dijo uno de ellos
-¿Estás loco? claro que no, mejor que venga con nosotros, así podría divertirse un poco-
Dijo otro soltando una carcajada siniestra la cual conocía muy bien al haberla escuchado de otras personas con anterioridad, la fueron acorralando entre cuatro hombres sin oportunidad de dejarla escapar y las risas e insultos no se hicieron esperar por parte de ellos.
Mientras tanto, Liam se encontraba adentro de la casa hablando con su padre el cual le reclamaba por estar fuera de su habitación a esa hora, escucharon el grito de uno de los conocidos de su padre y ambos salieron para saber qué pasaba, Liam temía lo peor, pensaba que quizás alguien había visto a su amiga y ahora la molestaban sin saber que a ella no le gustaba que se le acercaran.
Padre e hijo corrieron al patio trasero encontrándose con una escena que no saldría nunca de sus mentes. Vieron a la pequeña temblar demasiado, su cabeza estaba un poco baja, pero su mirada lograba verse oscura, Liam les pidió en un grito a todos que se alejaran de ella, pero nadie le hacía caso.
Su padre apenas y pudo preguntarle quién era ella sin despegar su atención de esos ojos negros, tenía una mirada que conocía bien, pero nunca llegó a ver una tan oscura y siniestra. En cuestión de segundos vieron que la pequeña intentaba escapar, cuando uno de los hombres la tomó de los brazos desatando el infierno en ella y haciendo que la macabra escena cobrara vida.
Se giró de tal forma que logró hacer que el hombre la soltara, los otros se acercaron más a ella y sin que lo esperaran, la niña saltó hacia uno de los hombres mordiendo su garganta hasta cortarlo lo suficiente para hacerlo desangrar, luego a otro lo golpeó desestabilizándolo para así tomar una botella de la que éste bebía y quebrarlo en su cabeza, al caer el hombre, ella usó el fragmento que quedaba en su mano y lo clavó en su pecho llevándolo hasta su garganta donde cortó la yugular.
Se levantó rápidamente y tomó una de las cervezas arrojándola a los ojos de los otros dos, mientras éstos estaban intentando limpiarse, ella golpeó a los hombres en sus partes bajas con tal fuerza que los hizo arrodillarse, aprovechando esto, golpeó a uno de ellos en el rostro, arrancó sus ojos y pateó cuatro veces en su garganta hasta destruirla.
Al último que seguía con vida lo llevó a su deceso tomando un metal que había caído de la basura, rasgó su pecho hasta el abdomen e introdujo su mano hasta el corazón del sujeto, él estaba a punto de gritar, pero ella lo impidió haciendo presión en su garganta con su otra mano y arrancó sin piedad el órgano.
Cuando por fin se detuvo, su ropa estaba ensangrentada, todo su cuerpo estaba bañado en aquel tinte rojo, su respiración era agitada, alzó su rostro y vio a Liam junto a un hombre parecido a él y entonces, todo simplemente se volvió n***o y se desplomó en el suelo.
Tras la terrible escena, Liam y su padre estaban en shock, no podían creer lo que veían ¿cómo era posible que una simple niña provocara esa masacre sacada de la peor película de terror? ¿cómo una simple niña podía tener una mirada tan vacía, fría y diabólicamente penetrante? Es como si fuese otra persona, no, eso no podía ser una persona y mucho menos una niña.
Padre e hijo se quedan mirándola a la expectativa hasta que ésta cae desmayada en el suelo, Liam no salió de su asombro hasta que escuchó la voz de su padre.
-Liam, ve a tu habitación, ahora-
-Pero padre yo... ella...- intentó articular el joven.
-¡Que te vayas te digo!-
Su tono era severo, pero cómo no sentirse nervioso después de ver algo que sería imposible. Ese grito hizo reaccionar un poco más al joven y habló con un poco más de seguridad.
-No, papá ella es mi amiga por favor no la lastimes, no sé qué pasó ni cómo es posible eso, pero por favor no la lastimes-
Le rogaba con sus ojos cristalizados a aquel hombre que seguía sin salir de su asombro.
-Liam vete ya, yo me encargaré de todo, tu amiga va a estar bien, pero debe ser atendida de inmediato-
-Está bien, pero cuando despierte no estés tan cerca de ella, no le gusta-
-Eso está más que claro, ahora ve a tu habitación, luego hablaremos seriamente tú y yo de esa pequeña-
Aun con dudas, Liam subió a su habitación dejando en manos de su padre la vida de su mejor amiga, todo este tiempo supo que a ella no le gustaba que se le acercaran, no tenía familia, vivía en las calles, había pasado por cosas terribles, aunque ella nunca le mencionó qué le habían hecho, pero nunca se imaginó que algo así podía pasar, llegó a preguntarse si le hubiese hecho lo mismo de haber logrado tocar aunque sea su mano.
Tenía tantas preguntas haciendo eco en su cabeza, había vivido momentos fuertes en su corta vida, pero jamás había visto a alguien morir y menos de esa forma tan sanguinaria excepto en las películas.
Ahora lo más seguro es que ella terminara en la cárcel, suponiendo que los amigos de su padre no quisieran vengarse, pues sabía que éste trabajaba en negocios turbios y la gente de la que se rodeaba no era la mejor. En medio de ese torbellino de emociones llamó a su hermano Robert pues no sabía a quién más acudir.
-Rob hice algo terrible, no sé qué hacer por favor ayúdame-
Decía el joven en un tono tan desesperado que apenas y podía contener sus lágrimas.
-Cálmate Liam, explícame bien-
Le comentó todo lo ocurrido hacía solo unos minutos, Robert no sabía si era una broma de pésimo gusto, pero al notar el nerviosismo y la forma de hablar tan temerosa de su hermano comenzaba a hacerse mil preguntas en su cabeza.
-Rob te juro que intenté detenerlos, les dije que se alejaran, pero no me escucharon... ellos... ellos... por Dios Robert, ella los asesinó de una forma tan rápida, fue horrible y ahora no sé qué hará mi padre con ella, no quiero que la lleven a la cárcel o algo peor-
-Cálmate es que es imposible lo que me estás diciendo, es solo una niña, alguien de su edad no puede hacer algo así-
-¡Mierda Robert! lo hizo, ella lo hizo-
-Por ahora espera para saber qué hará Marcus y ya hablarás con él sobre ella, toca esperar Liam, no puedes hacer nada más, lo hecho, hecho está-