Marcela Yo tenía 16 años cuando tuve mi primer novio. Estaba en décimo grado, y me ennovié con Eduardo Estrada, el capitán del equipo de fútbol de mi escuela. Al principio, yo creí que éramos tal para cual. Los dos éramos populares, bonitos, de familia adinerada y cristiana, y nos queríamos mucho. ¿Qué podría salir mal? El primer año de noviazgo fue perfecto. Eduardo me llevaba serenatas a la salida de la escuela, me dejaba cartas y chocolates en mi casillero, iba a almorzar todos los domingos a mi casa después de acompañarnos a la iglesia, mis padres lo adoraban... Pero todo cambió cuando Eduardo entró a la universidad. Sus compañeros se burlaban de él porque todavía era virgen, y bueno...por muy cristiano que él fuera, en realidad todos los hombres vienen con el chip de ganas de