Vicenzo Después de que le partí la cara al homofóbico comandante de la Quinta Brigada y le dijera de qué se iba a morir, los de seguridad me sacaron de las instalaciones del batallón y no opuse resistencia. Soy un pinche convicto que aparece en la circular roja de la Interpol, no se supone que deba tener este tipo de comportamientos. Unos minutos después, mientras me bebo una cerveza en un local cercano al batallón, recibo una llamada de la jefe de recursos humanos del DNI. Carajo. —¿Sí? —respondo, ya imaginándome lo que va a decirme. —Agente Dupont, hemos recibido una queja del comandante de la Quinta Brigada —dice, y yo me limito a juguetear con mi botella de cerveza —. Él lo va a denunciar a usted por agresión, y de paso presentará una queja contra el DNI por permitir que tengam