Calabazo el Horroroso

1983 Words
Han pasado los días en la residencia de los Blanchett, donde la relación familiar recién creada por ellos junto a Santiago ha ido de maravilla, ya que parece ser, que se llevan a la perfección, han hecho diversas actividades juntos además de congeniar absolutamente. Hoy, miércoles 3 de febrero, ha llegado por fin la Doctora Montemayor, a la Ciudad de México, después de sus bien merecidas vacaciones en la playa de Acapulco, lugar donde solía ir a menudo ya que sus padres provenían de allí; En fin, este día ella tendría una cita con Frank, donde volvería a acudir a su casa, para administrarle sus terapias, hablar de la vida y verificar que todo estuviera en orden. Para las 04:00 pm, el hogar se encontraba solamente con Frank, y la Dr. Montemayor, ya que Mary andaba haciendo el mandado y le llevaba toda la tarde, mientras la pareja de enamorados (Meredith y Santiago), se encontraban en los Estudios arreglando algunas cosas. Es así, como Frank esta recostado en el sofá de la sala de estar, y la Doctora Montemayor, sentada en un sillón individual de manera cómoda, charlando juntos: -Realmente la extrañe estos días doctora, me hizo mucha falta...-Decía Frank de manera tierna- - Que lindo Frank, yo también estuve recordando tu persona en mi estadía de días de acapulco, además, que sentí la necesidad de traerte un pequeño obsequio... - ¿En serio? ¿Qué fue lo que me trajo? ¡Enséñelo por favor! -Dice de manera emocionada Frank- - Tranquilo Frank, ten, espero que lo aprecies... La Doctora, le otorga una gran caja a Frank, el cual la abre de manera desesperada pero llena de emoción, observando lo que había en su interior, que eran 3 camisas de estilo de playa, un gran sombrero de playa, Unas sandalias varoniles de cuero, unos lentes de sol, junto con conchas de mar, caracoles y recuerdos de Acapulco, cosa que Frank mira emocionado pero un poco confundido, así que le dice: - Qué bonito regalo Doctora, es muy importante para mí... pero, acá en la ciudad no hay playa para que utilice estas prendas con gusto...-Dice de manera un poco decepcionada Frank- - Lo se mi querido Frank, sé que acá no existe la playa, pero puedes utilizarlos en una alberca, o, de hecho, una mejor opción sería que los usaras en tu viaje a Acapulco... - ¿Cuál viaje a Acapulco? -Pregunta confundido Frank- - Pues el que estoy organizando... te explicare, mi familia que son mis queridos padres viven allá, la verdad es que ya están a punto de cumplir sus ochenta años, ambos casualmente nacieron el mismo año en el mismo mes... ellos son maravillosos, así que les he planeado una fiesta, en la cual pienso invitarte a ti y a tu familia, ¿Qué te parece?-Pregunta con alegría la doctora- - No tengo palabras doctora, me parece muy lindo de su parte que nos aprecie de esa manera... y muchas felicidades por sus padres, que dicha ha de ser tenerlos con vida. - Así es Frank, me siento completamente dichosa al tener a mi familia junto conmigo, soy la mas feliz y espero que la vida me permita tenerlos muchos años mas conmigo... - Yo también le deseo eso doctora.-Le responde feliz Frank- - Bueno Frank, ya terminamos de hablar de mi, ahora cuéntame, ¿Qué paso en este tiempo que no estuve? ¿Cómo la pasaste? - Pues muchas cosas interesantes, lo primero es que salí con una gran chava, que fue super amable conmigo, me trato bien y me sentí grandioso ese día, después Santiago el novio de mi madre se mudo con nosotros, cosa que no me esperaba pero termine aceptando... - ¿En serio? que gusto me da que por fin te atrevas a salir, y con la situación de la pareja de tu madre, ¿Estas de acuerdo con ello? - Si doctora, siento que mi madre merece ser querida, no importa lo que yo sienta... ella debe ser feliz. - Que bonito pensamiento tienes Frank, me alegra que tomes esa actitud, pero por favor, yo que soy tu persona de confianza... revélame lo que realmente sientes...-Dice de manera comprensiva la Dr. Montemayor- - Está bien doctora, me enoja un poco el hecho de que Santiago quiera situarse como mi padre, a esta edad me suena ridículo el hecho de por fin tener un papa real, que me ame y quiera estar presente en toda mi vida... - Frank, yo creo que la vida nos pone las cosas a su tempo, no digo que no merecieras tener un papa de verdad cuando eras pequeño, yo sé sobre tus traumas de la falta de una figura paterna... a lo que me refiero es que ahora debes de aprovechar lo que la vid te está brindando... disfrutar al máximo la presencia de Santiago en tu vida, yo sé que él te ha de apreciar y querer tanto como lo hace con tu madre, ¿No lo crees? - Creo que sí, aunque siempre deseare que un sujeto como él se hubiera presentado en mi niñez, alguien tan responsable y lleno de amor...-Dice con tristeza Frank- - El pasado ya está hecho... ahora solo podemos trabajar en el presente para obtener un mejor futuro... hay que luchar lo más posible, crear buenas amistades y ser feliz lo más que se pueda, ese es mi lema de vida... - Es un buen lema doctora, me gustaría ser igual de optimista que usted... hay veces en que solamente me la vivo deprimido, al estar tan solo en esta gran casa, me causa una eterna soledad y tristeza, la cual ocasiona que mis monstros internos salgan a la luz. - Lo se Frank, es parte de tu proceso de recuperación en este duro camino de la depresión y tus otros problemas... en fin, me gustaría que siguieras tomando el medicamento que te tengo prescrito, además que tomaras minutos del día para pensar en cosas positivas... - Es lo que hago doctora, aunque siempre me llega a atormentar el mismo monstruo de mi infancia...-Decía con voz miedosa Frank- - ¿Quién? ¿Calabazo el horroroso? - Sí, él es terrorífico y tonto, sé que es absurdo a mi edad, pero sigue dándome un profundo miedo, además por las cosas tan feas que llega a decirme... - ¿Qué cosas te ha dicho? -Pregunta con curiosidad la doctora- Frank se queda pensando unos minutos en aquel monstruo, quien era apodado como Calabazo el Horroroso, este existía des de la edad de 5 años de Frank, quien era una de sus alucinaciones, donde se le presentaba como un gran animal, que asemejaba a un gallo de color anaranjado, con cabeza de humano, una gran cresta rojiza, ojos amarillos, piel rosad, brazos de humano, que cuando se enfurecía ponía un rostro en color rojo intenso, sacaba humo por doquier, se hacía enorme e intimidaba demasiado a Frank. Este Monstruo se había presentado en el principio como el mejor amigo imaginario de Frank, el cual era amable y un poco feo pero no al grado de ser terrorífico, después conforme fue pasando el tiempo, se iba convirtiendo en una verdadera bestia, que le daba ideas sobre el suicidio, autolesión, entre otras cosas trágicas; Esto había sido estudiado por la doctora Montemayor desde siempre, lo cual había determinado como el lado malo de la esquizofrenia de Frank, el cual se presentaba en sus momentos de más debilidad o tristeza, lo cual era peligroso, ya que este delirio provoco accidentes en el pasado. En fin, ese era un pequeño resumen de una de las grandes criaturas terribles que existían en él. - Me resulta un poco penosa doctora, ya que Calabazo me ha dicho que nunca seré nadie en la vida, que nadie me ama, que lo mejor sería morir, que debería asesinarlos a todos, que no merezco estar en este mundo tan cruel... me da miedo, y no tanto es el, si no, que temo seguir sus consejos, como el volver a cortar mi piel con navajas para desestresarme o librarme del dolor, o volver a golpear mi cuerpo, volver a hacerme daño o intentar suicidarme... tengo miedo doctora, de que él se vaya a apoderar de mi...-Decía Frank con temor mientras comenzaba a temblar, ya que empezaba a tener un pequeño ataque de pánico- - No pasar nada Frank, no temas más, tu debes de seguir con tu medicamento y tus ejercicios, y veras que todo estará bien, te lo prometo, pero no te impacientes por favor...-Decía la doctora un poco preocupada- - No doctora, ¡Nadie puede hacer nada por mí! ¡Otra vez lo veo! -Decía Brandon mientras comenzaba a paniquearse, temiendo de la figura que veía al costado de la doctora, quien era su simple delirio- - Frank, calma por favor... - ¡No! ¡Él está a su lado! ¡Tengo que irme! Frank en ese momento sale corriendo hacia su habitación de manera precipitada, tirando todas las cosas que estaban a su paso, dejando graves daños en el lugar; Él estaba pasando por un momento sumamente difícil, el cual simplemente sabia lidiar con cortes en sus brazos mientras lloraba sin parar en el baño de su habitación, cosa que sucedió en segundos. La doctora al ya saber cómo era el comportamiento de él, decidió salir corriendo tras de él, hasta por fin llegar y ver somo rápidamente se había hecho catorce cortes profundos en el brazo izquierdo, mientras que once en el brazo derecho, los cuales vio ella con horror y rápidamente llamo a los médicos, para brindarle ayuda a el comienzo de desangro de él. Al cabo de unos minutos, de nervios y llantos por parte de ambos, donde tenían los brazos de Frank, envuelto con una sábana de color blanca, tratando de evitar que la sangre se esparciera, por fin llegan los paramédicos, los cuales estaban siempre al tanto de las llamadas de los Blanchett, ya que sabían por experiencias anteriores, que sucedían leves o fuertes incidentes en ese hogar. Para no crear un gran disturbio, los paramédicos califican las heridas de Frank simplemente como leves o medias, así que deciden no llevarle hasta el hospital, curarlo allí lo mejor posible y darle un tranquilizante fuerte, para que pudiera estar calmado y no volverlo a hacer. Aquel día, después de una hora de histeria donde la Dr. Montemayor estaba preocupada al estar sola con Frank, el cual ya se encontraba casi durmiéndose, le dice: -Frank, por favor ya no vuelvas a cortarte, no sabría que hacer sin ti... me importas mucho y no sé como sucedió esto de manera tan rápida, por favor prométeme que trataras de estar bien y no atentaras contra ti mismo... - ¿Le importo doctora? - Si Frank, te lo he dicho mil veces, te quiero mucho... - Tratare doctora, aunque mis delirios llegan a ser muy fuertes en momentos inesperados... - Lo se Frank, pero tratare de evitar que estas cosas te sucedan...-Decía con voz preocupada la doctora mientras estaba sentada a la orilla de la cama de el- - Gracias doctora, la quiero y perdón por esto... ya me dormir, tengo mucho sueño-Decía Frank mientras cerraba los ojos para dormirse- La doctora dejo que durmiera, y aquel día hasta la noche, aproximadamente hasta las 09:00 pm estuvo cuidándolo siempre a su lado, cuando llegaron Meredith, Santiago y Mary, les informo sobre lo sucedido, les advirtió sobre la situación de él, mientras que les reprocho un poco el hecho de dejarlo solo durante gran parte del día. En fin, aquella noche estuvieron al tanto del comportamiento de Frank, tanto Meredith como Santiago, culpándose un poco sobre lo sucedido, mientras que la doctora Montemayor había regresado a su hogar, pero con un poco de intriga y preocupación, ya que realmente le importaba su querido paciente y le deseaba lo mejor, no quería verlo mal.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD