Nueva Familia

1813 Words
Es el mediodía del día Domingo 28 de febrero, es tan a tan solo minutos de la llegada de su nuevo integrante en la familia de los Blanchett, quien sería Santiago Castillo, a quien recibirían llenos de gusto, con la casa perfectamente ordenada y limpia, lleno de obsequios, aperitivos, y una comida organizada en su honor.  Al parecer el día estaba colaborando con este acontecimiento tan importante para la familia, ya que estaba a tan solo 22 grados Celsius, con un gran sol cálido, que enraba por el gran ventanal del comedor además de que todo encajaba tan a la perfección, con la decoración en colores amarillos y naranjas que había colocado Meredith, desde las cortinas hasta los manteles estaban en estos tonos tan alegres que evocaban gran alegría y dicha en quien los veía.  Meredith le había pedido a Frank mantenerse al margen, vestido de manera adecuada con un pantalón de vestir en color caqui, camisa blanca, zapatos marrones junto con una gran corbata marrón, junto con un aspecto alineado, perfectamente rasurado, perfumado y aseado; mientras que ella llevaba un lindo vestido amarillo, de corte sencillo en corazón, que le llegaba al ras de sus rodillas, que la hacía ver tan llena de confianza y felicidad, junto con su lindo rostro ligeramente maquillado con rubor, rímel y un poco de labial para lucir natural.  En fin, se dan las 12:30 pm, escuchan un fuerte claxon que provenía del pequeño camión de mudanzas que había sido contratado para este día, y detrás de él se situaba el auto favorito de Santiago, el cual era un bello Lamborghini en color rojo, solamente usado en días especiales.  Ambos integrantes de los Blanchett, salen caminando con gran alegría hacia la entrada de su residencia, mientras que detrás de ellos también va Mary, para recibir con dicha al señor Castillo.  Terminan Santiago y Meredith, saludándose con un fuerte abrazo y beso en la entrada de la gran residencia, mientras se hacía notar el gran amor en el ambiente. Momentos después Santiago se dirige a saludar a su nuevo hijo, a quien le da un fuerte abrazo lleno de amor, le dice unas cuantas palabras de Agradecimiento y se hace presente la fuerte conexión que estos hombres estaban teniendo como nueva familia, donde el para finalmente termina yendo con Mary para saludarla de mano y un leve abrazo, con una gran sonrisa.  Después de la cálida bienvenida, los empleados de mudanza comienzan a bajar las cosas, de tal manera que Todos deciden entrar al hogar de manera gustosa dejando a los de la mudanza hacer su trabajo en paz, además de poder gozar de sus compañías dentro del cálido hogar.  Esta nueva familia va directa hacia la gran área del comedor principal, donde se sientan felices para conversar mientras que esperan la gran comida del día, el cual consistía en un delicioso cabrito, el cual era uno de los animales favoritos de Santiago, acompañado de sus respectivas pastas, verduras y algunas cremas para degustar.   En fin, Santiago con una voz de agradecimiento les dice a Meredith y a Frank:  - Les doy mis gracias infinitas por todo lo que hacen por mí, jamás creí estar con una familia tan asombrosa como la de ustedes, y ahora mi sueño se ha hecho realidad... me encanta como está hecha tu casa, llena de lindas fotos de ambos, junto con sus decoraciones tan cálidas, esa madera, esos bellos manteles y pinturas, las adoro, me parece realmente linda y detallada Meredith, aquí se siente como un verdadero hogar...  - Muchas gracias mi amor, la verdad es que nosotros estamos tan felices de tenerte aquí, sé que te hace mucha ilusión tener una familia, veras que con nosotros la pasaras super y llenaras tanto de amor... aquí estaremos todos juntos para apoyarnos siempre, te amo Santiago.  - Y yo te amo a ti Meredith... y también te aprecio demasiado a ti Frank, gracias por permitir entrar a tu vida, sé que pudo ser algo raro esto para ti...  - También lo aprecio, y para serle franco, si fue extraño, pero al final todo esto tiene un fin, el cual es ser felices todos nosotros... eso es lo que más importa, espero que nos llevemos muy bien, por mi parte le otorgo todo mi apoyo en este hogar, cualquier cosa que necesite puede decirme con confianza-Decía Frank de manera Cortes-   - Te agradezco nuevamente Frank, eres un chico asombroso...  - Lo se mi amor, Frank es todo para mí, y sé que también lo será para ti...-Decía Meredith con amor-  - Así será querida, les diré que he traído alguno pequeños regalos para ustedes, que espero que les gusten mucho...-Dice Santiago mientras saca dos pequeñas cajas de los bolsillos de su saco-  - No debías molestarte Amor, ¿Qué son?  - Ábranlos, y es lo menos que podía hacer, ustedes son muy buenos conmigo que era mi deber darles un pequeño detallito...  - Está bien Santiago, nosotros también te tenemos algunos obsequios, que más tarde espero que veas...-Decía con emoción Meredith-  Meredith y Frank, abren sus dos pequeñas cajas de color blanco que tenían un lindo moño en color rojo en el centro de sus tapas, donde dentro de su interior había en cada caja una esclava de oro de 24K, las cuales tenían sus nombres escritos en cursiva y pequeños diamantes reales dentro de cada letra, lo cual era un lindo detalle por parte de este hombre, cosa que agradecen ambos a él, con un abrazo amoroso.  El tiempo pasa en el lugar, donde disfrutan de la gran comida de ese día, para después dirigirse juntos hacia el patio, lugar donde se sientan en unas mecedoras para disfrutar de la tarde, mientras mantenían una sana convivencia.   Pasaron unas cuantas horas, donde Frank se estaba durmiendo en la mecedora, ya que estaba cayendo el atardecer, además de encontrarse sumamente cansado por el gran ajetreo de limpiar su hogar a fondo desde el día anterior, así que decide despedirse de ambos diciéndole, especialmente a Santiago:  - Estoy muy contento de que estés qui, tu compañía me es muy grata... disculpa que no haya podido quedarme más tiempo, pero ya no aguanto el sueño Santiago...  - No te preocupes Frank, ve a dormir, que descanses, disfruta la noche... yo me quedo con la linda compañía de tu madre, quien me dijo que ayudaste mucho con la casa...  - Exacto, trate de ayudarla lo más posible, pero sé que ese esfuerzo valió la pena totalmente... muchas gracias por la bonita esclava, me ha gustado mucho...  - No es nada, ya sabes tú también... cualquier cosa que ocupes me hablas y yo te lo soluciono, además de que espero seguir viéndote en los estudios...-Dice con gusto Santiago-  - Claro, me han encantado las clases, aunque solo he tomado dos jaja...  - Me alegra escuchar eso, veras que mañana será un buen día... y después te contare algunos proyectos cinematográficos en los cuales te veo dentro de ellos, pero son sorpresa. -Dice con intriga y emoción Santiago-  - Ansío entrar a esos dichosos proyectos... ahora sí, adiós Santiago, ten una linda tarde y noche... espero que te guste el regalo que te dará mi madre por parte de ambos. -Dice Frank mientras bostezaba-  - Si campeón, me gustara, adiós...  De esta manera Frank se despedía de Santiago y su madre, mientras se terminaba dirigiendo directo a su habitación, donde solamente se puso su pijama, tomo us medicamentos y cayo rendido a dormir profundamente a partir de las 07:00 pm de ese día.  Mientras que, por otra parte, Meredith y Santiago se encontraban juntos, abrazados en una mecedora que se balanceaba mientras platicaban entre sí:  - ¿Cómo te pareció mi hijo? -Pregunta con curiosidad Meredith-  - Se comporto muy bien, fue amable siempre además de tratarme con demasiado respeto, creo que si le caí bien de manera real...  - Si querido, yo le dije que se comportará bien, ya que era importante para mí todo esto... ahora comprendo que Frank también es un adulto consciente, ahora razono la magnitud de lo mal que estaba con mi hijo...  - ¿Cómo?  - O sea siempre pensaba que Frank no tenía razonamiento alguno, pero desde hace días me doy cuenta que es un ser humano, que necesita compañía de personas que no sean su familia... puo mi ejemplo y creo que es momento de otorgarle la libertad...  - Claro querida, la verdad es que tu método de enseñanza es distinto, pero es comprensible, ya que eras tan joven como para comprender como lidiar con un niño... ya no te reproches más amor mío...  - No lo hare más, dejare ese tema en paz Santiago, solamente que siempre pienso en eso... cada vez que estamos juntos me da miedo que él se sienta raro junto a ti...  - Yo lo hare sentir querido, hare que me vea como un padre y me ganare su amor...-Dice Santiago de manera comprensiva-  - Gracias Santiago, sé que será así... y bueno, te diré que ya es hora de darte tu pequeño regalo que está hecho con gran amor y cario por parte de Frank, quien lo hizo anoche...  - ¿En serio? ¿Qué es? -Pregunta con emoción Santiago-  - Ten esto querido...  Meredith se levanta y trae un gran cuadro, que estaba pintado al estilo del cubismo por Frank, el cual era un Retrato de Santiago, en fuertes colores rojos, azules y amarillos, totalmente detallado y hecho a la perfección de un gran estilo.  Santiago la observa con detenimiento, denota una sonrisa en su rostro y después le dice:  - Qué bello cuadro, me encanta como fue pintado... dale mis felicitaciones a tu querido hijo artista, es magnífico... ¿Apoco todos los cuadros de tu hogar son pintados por Frank?  - Si querido, Frank es el artista de mi vida, me enorgullece presentarlo en mi hogar...  - Que linda, me fascinara poner su arte ante el público, esto lo haría mucho más interesante como actor, ¿No lo crees?  - Si, puede ser... siento que de verdad le tienes mucha fe a la futura carrera de Frank. -Dice con un poco de desconfianza Meredith-  - Es que tiene mucho potencial, eso te lo aseguro... en fin, salió como su madre de talentoso.  - Gracias querido.  Meredith le da un beso en los labios a su querido novio, para después dirigiré juntos hacia su habitación, después de horas y horas de disfrute en el patio.  Ya estando en la habitación, se ponen a apreciarla, para después colocarse sus pijamas y recostarse juntos, donde a ambos se les veía algo exhaustos del día pesado, así que, simplemente se desean las buenas noches, se dan un dulce beso y terminan durmiendo acostados, abrazados en posición de cucharita.   Aquel domingo marcaba un punto en su historia, donde se habían vivido emociones fuertes llenas de alegría, paz y amor. 
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