Amber respiró tranquila cuando vio el auto de Andrew alejarse, para ese momento las horas del día habían pasado de prisa, pero en su mente quedó el pensamiento de lo que Andrew había mencionado, porque tal vez no estaba equivocado y Alexander siendo un hombre importante, apuesto y millonario, lo único que querría de ella sería algo ocasional, no una relación real y aunque en un principio accedió a tener sexo con él sin querer conocerlo, ahora eso le estrujaba el pecho. Amber trató de concentrarse en el proyecto y paso el resto del día tratando de hablar lo menos posible con Alexander, hasta que les dieron la una de la tarde y comenzaba a tener hambre. —¿No piensas ir a comer?— cuestionó Alexander mientras que dirigía su vista a los obreros que comenzaban a retirarse para tomar sus alimen