Helena caminó hasta el baño para lavar su rostro, lo humedeció y al sentir el frio de agua recorrer su cara, de inmediato se soltó en llanto, su nariz se enrojeció y sus mejillas blancas se tornaron de un tenue carmesí, sacó de su bolso un poco de base para retocar su maquillaje y para tapar la evidencia de que había llorado. Recompuso su gesto y salió del baño para irse a su casa. . Andrew tecleó incontables veces el numero de Amber en su teléfono, pero el resultado siempre fue el mismo, la llamada era desviada, este caminó queriendo dirigirse a la salida, pero de pronto fue interceptado por Franco. —¡Andrew! Me alegra que sigas aquí— Exclamó el hombre que esta vez iba acompañado de otra bella dama, una mujer de alrededor de 40 años y a la que presentó como Lucía Presley —Es un placer