Del cielo continuaban cayendo gotas de agua que de inmediato mojaban todo a su paso, la brisa se sentía helada y el cielo cada vez se tornaba más oscuro. Los estruendosos rayos que impactaban en el cielo alumbrando por momentos las avenidas de California hacían estremecer a Natalia, quien miraba por la ventana en espera de que Amber regresara. —No entiendo el afán de torturarte con esa tormenta— Inquirió Dereck quien caminaba por el departamento con tan solo unos pantalones deportivos y secaba su cabeza con una pequeña toalla acababa de ducharse. —Ella no ha regresado y está oscureciendo— Dijo Natalia sin apartar su vista de la ventana, aunque por momentos pegaba pequeños saltos ante los relámpagos emergiendo del cielo. —Natalia Aléjate de esa ventana— Ordenó Dereck y Natalia soltó la